EJERCIÓ SU DERECHO. Ana Estrada, quien por varios años luchó por una muerte digna frente a la enfermedad degenerativa e incurable que le aquejaba, accedió al procedimiento médico de la eutanasia este domingo 21 de abril de 2024, según confirmaron sus allegados.
El procedimiento médico se realizó conforme al ‘Plan y Protocolo de Muerte Digna’ aplicable a Ana, aprobado por Essalud, en el marco de la sentencia a su favor, emitida el 23 de febrero de 2021 y ratificada por la Corte Suprema el 14 y 27 de julio de 2022.
“Ana murió en sus propios términos, conforme a su idea de dignidad y en pleno control de su autonomía hasta el final”, se lee en un comunicado difundido por sus amigos y su equipo legal.
“Ana partió agradecida con todas las personas que hicieron eco de su voz, que la acompañaron en su lucha y que, de manera incondicional, apoyaron su decisión con amor y empatía. De manera particular, agradeció a los funcionarios públicos que integraron en su momento la Defensoría del Pueblo y la defendieron cuando la institución patrocinó su caso”, añade.
El comunicado que confirma el deceso de Ana Estrada culmina con un mensaje de esperanza y agradecimiento por la comprensión de la lucha que lideró.
“El legado de Ana vivirá en la mente y el corazón de muchas personas y en la historia de nuestro país. Sus familiares y seres queridos celebramos su vida, y agradecemos las muestras de solidaridad, apoyo y comprensión hacia la lucha de Ana”, concluye.
Ana Estrada fue una valiente psicóloga y activista peruana que ha dejado un legado inolvidable al convertirse en la primera persona en Perú que ejerció su derecho a una muerte digna mediante la eutanasia, tras una larga batalla legal.
Ella padecía de polimiositis, una enfermedad degenerativa, rara, tratable pero incurable, que le fue detectada desde la adolescencia y que la privó de lo que más anhela el ser humano: su libertad, pues con el paso del tiempo su vida transcurrió entre hospitales, inyecciones, medicamentos y estar postrada en una cama o silla de ruedas sufriendo dolores interminables.
Su caso abrió un precedente en la justicia peruana y en la región, reconociendo por primera vez el derecho a morir con dignidad, un camino que ahora María Benito y otros podrán seguir.
A través de su lucha, Ana ha iluminado la importancia de la dignidad en la vida y en la muerte, y nos ha enseñado el poder de defender nuestros derechos más fundamentales.
La Corte Superior de Justicia de Lima ordenó al Ministerio de Salud (Minsa) y a EsSalud respetar la decisión de Ana Estrada de ponerle fin a su vida, a través de la eutanasia, mediante la acción de un médico.
Estrada, de 45 años, interpuso un recurso de amparo por el cual solicitaba se le permita acceder a una “muerte digna”, debido a que padece polimiositis, una enfermedad degenerativa que debilita sus músculos.
El pasado 27 de julio del 2022, el Poder Judicial falló a favor de la ciudadana Ana Estrada en el proceso de amparo para acceder a la eutanasia y tener una “muerte digna”.
La eutanasia no está permitida en Perú y se castiga hasta con tres años de cárcel a quien ayude a morir a otro que lo solicite. Sin embargo, en el caso de Estrada, la Suprema dispuso una excepción para que se “inaplique” el artículo 112 del Código Penal, que prohíbe la muerte asistida.
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