Sembraron el terror en un minuto y tres segundos. Cuatro delincuentes y una mujer, que habría actuado de ‘campana’, tomaron por asalto una bodega de Carabayllo y masacraron a golpes a los propietarios, encañonaron a cinco clientes, entre ellos dos niños, y amenazaron de muerte hasta a un perrito callejero que asomaba por la puerta.
Eran las 4:52 de la tarde del 30 de diciembre y la tranquilidad reinaba en la bodega ‘Paulino’, situada entre la avenida D y calle Praga, cuarta etapa de la urbanización San Pedro, Carabayllo.
Marcelo Paulino Capristano (53) y su esposa Zenaida Moreno Carranza (46) atendían a sus clientes hasta que tres jóvenes, con gorras y dos de ellos con prendas deportivas y shorts, ingresaron y amenazaron a dos señoras, un hombre y dos niños.
“Una mujer quiso escapar, pero uno de los ladrones la agarró y mandó a una esquina. Luego obligaron a todos a arrodillarse y sentarse en el piso”, precisaron los dueños.
Mientras eso sucedía, una mujer con polo verde, que supuestamente era otra cliente, también ingresó y se dirigió al fondo del negocio. A fin de consumar su delito, los hampones golpearon en cabeza y brazos a doña Zenaida para despojarla de 20 mil soles, que era producto de un agente BCP y de las ganancias del día. Don Marcelo quiso defender a su pareja y también fue atacado.
Un cuarto ladrón se ubicó en la puerta para vigilar que no ingresen otras personas.
Un perro callejero, que se acercó a husmear porque todos estaban en el piso, se paró en la puerta, pero al ver a los tres delincuentes armados que salían, corrió despavorido.
Tras el robo, los pistoleros huyeron en una camioneta Minivan, roja, y fueron perseguidos por el agraviado, pero escaparon con dirección a la Panamericana Norte.
Paralelo a ello, las cámaras de seguridad de la bodega filmaron el momento en que, mientras los dueños y clientes salen de la bodega, la mujer, presunta cómplice, volvió a entrar y se llevó dinero que habría escondido en sus partes íntimas.
“Han pasado días y hasta ahora no han venido los peritos de Criminalística a recoger huellas de los ladrones”, denunciaron los agraviados.
Se supo que en la zona, los mismos sujetos habrían robado en una tienda de venta de cemento, taller de confecciones, un kiosko de salchipapa y en una casa.
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Sembraron el terror en un minuto y tres segundos. Cuatro delincuentes y una mujer, que habría actuado de ‘campana’, tomaron por asalto una bodega de Carabayllo y masacraron a golpes a los propietarios, encañonaron a cinco clientes, entre ellos dos niños, y amenazaron de muerte hasta a un perrito callejero que asomaba por la puerta.
Eran las 4:52 de la tarde del 30 de diciembre y la tranquilidad reinaba en la bodega ‘Paulino’, situada entre la avenida D y calle Praga, cuarta etapa de la urbanización San Pedro, Carabayllo.
Marcelo Paulino Capristano (53) y su esposa Zenaida Moreno Carranza (46) atendían a sus clientes hasta que tres jóvenes, con gorras y dos de ellos con prendas deportivas y shorts, ingresaron y amenazaron a dos señoras, un hombre y dos niños.
“Una mujer quiso escapar, pero uno de los ladrones la agarró y mandó a una esquina. Luego obligaron a todos a arrodillarse y sentarse en el piso”, precisaron los dueños.
Mientras eso sucedía, una mujer con polo verde, que supuestamente era otra cliente, también ingresó y se dirigió al fondo del negocio. A fin de consumar su delito, los hampones golpearon en cabeza y brazos a doña Zenaida para despojarla de 20 mil soles, que era producto de un agente BCP y de las ganancias del día. Don Marcelo quiso defender a su pareja y también fue atacado.
Un cuarto ladrón se ubicó en la puerta para vigilar que no ingresen otras personas.
Un perro callejero, que se acercó a husmear porque todos estaban en el piso, se paró en la puerta, pero al ver a los tres delincuentes armados que salían, corrió despavorido.
Tras el robo, los pistoleros huyeron en una camioneta Minivan, roja, y fueron perseguidos por el agraviado, pero escaparon con dirección a la Panamericana Norte.
Paralelo a ello, las cámaras de seguridad de la bodega filmaron el momento en que, mientras los dueños y clientes salen de la bodega, la mujer, presunta cómplice, volvió a entrar y se llevó dinero que habría escondido en sus partes íntimas.
“Han pasado días y hasta ahora no han venido los peritos de Criminalística a recoger huellas de los ladrones”, denunciaron los agraviados.
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