El pasado 8 de octubre de 2023, la joven administradora de empresas Gloria María Mesías Medrano cayó desde el octavo piso de un edificio en el Cercado de Lima. Todo hacía indicar que se trataba de un suicidio. Sin embargo, las actitudes sospechosas de su esposo, el venezolano Rafael Alejandro Urdaneta Álvarez, y las cámaras de seguridad del lugar, revelarían otra verdad. ¿Qué fue lo que ocurrió?
El programa ‘Estás en todas’ recordó esta semana el caso de Gloría María Mesías, una talentosa administradora de hotelería y turismo, de apenas 33 años, que viajaba por todo el mundo, era bilingüe y creyó haber encontrado a la pareja perfecta. Una persona que un día le juro amor eterno, pero que luego terminó por asesinarla.
Rafael Urdaneta le dedicaba canciones a la que era su esposa, estrofas musicales donde trataba de mostrarse como un hombre enamorado. Incluso, la joven administradora aparece en un videoclip junto a él. Cuatro meses después del estreno del video en redes sociales, su marido terminaría, presuntamente, asesinándola y olvidándose, así, de esas palabras de amor.
Tenían 13 años de relación, se conocieron en Ica, se casaron y decidieron radicar en Lima. Ella, una profesional exitosa que trabajaba como administradora en un crucero y él, un cantante venezolano que se presentaba en discotecas y bares en todo el Perú. Parecían una pareja perfecta, pero nada hacía sospechar a su familia el calvario que Gloria María venía padeciendo meses antes de su muerte.
Las cámaras del edificio donde la pareja vivía, en la cuadra 14 de la avenida Arequipa, registraron, paso a paso, lo sucedido esa trágica noche. Eran las 6:44 p. m. cuando se ve ingresar a Gloria y a Rafael cariñosos al ascensor, bajan y salen del condominio agarrados de la mano. Pasa más de 1 hora y nuevamente hacen su aparición, pero está vez se los observa distanciados como si hubieran discutido.
En aquella época, el programa Domingo Al Día accedió a un audio revelador enviado a las 8:29 p. m., en el que la víctima pide auxilio a su hermano minutos antes que su cuerpo cayera del octavo piso. Incluso en el mensaje, le indica que desea hablar con él urgentemente, pues no sabía qué hacer o si era exagerada o debería tomar precauciones. Al minuto, ella le escribe ayúdame, hasta en tres oportunidades.
Según la Policía, ellos habrían mantenido una discusión dentro del departamento debido a que él solo deseaba dedicarse a la música y no crecer profesionalmente. A esto se sumaría que, al parecer, Gloria quería terminar la relación.
A las 9 de la noche se le ve a Rafael ingresar solo al ascensor, siempre mostrando una actitud relajada, se mira en el espejo, agarra su celular y sale como si nada hubiera pasado. Sospechosamente, se dirige con total tranquilidad al patio del edificio con dirección a donde, ya, se encontraba el cuerpo inerte de Gloria.
Al saber que su hija estaba en peligro a causa del audio, la madre de la joven administradora decide ir al edificio donde vivía. Las cámaras la registran ingresando, subiendo a buscarla. Mientras que Rafael, al enterarse de su presencia trataba de aparentar preocupación y actuaba como si examinara cada rincón del lugar.
Lo que al inicio Rafael Urdaneta Álvarez hizo creer que era un suicidio, ahora se sabe que en realidad fue un feminicidio. Pensó haber burlado a la justicia, vivió 8 meses en libertad como si nada, realizando presentaciones en cumpleaños y tocadas en restaurantes, como si el dolor de perder a un ser amado no existiera para él.
Con una ligera sonrisa dibujada en su rostro fue trasladado hasta la Dirincri, siempre moviendo la cabeza de un lado a otro. El día de la reconstrucción de los hechos el feminicida recorrió cada uno de sus pasos, sin decir ni una sola palabra. Escoltado por agentes de homicidios y del grupo Grecco subió hasta el departamento donde vivió con Gloria, para luego ser llevado hasta el tragaluz donde habría lanzado a la que era su esposa.
A la hora del interrogatorio, en todo momento, el extranjero negó haber cometido el horrendo crimen, manteniendo su versión que ella se habría suicidado. Según su perfil psicológico, Rafael mostraba una apariencia de un cantante extrovertido, pero en realidad sería una persona fría y calculadora.
Sus argumentos fueron perdiendo credibilidad a medida que las diligencias avanzaban y los agentes obtenían evidencias que indicaban su responsabilidad en la muerte de Gloria Mesías Medrano.
La pareja tenía dos años de casados y Gloria Mesías Medrano se encargaba de pagar los estudios de Urdaneta, además de haber comprado dos seguros de vida donde el principal beneficiario era su esposo.
Finalmente, en junio de este año, la Corte Suprema de Justicia de Lima ha resuelto declarar fundado el requerimiento de prisión preventiva por 9 meses solicitado por los representantes del Ministerio Público en la investigación seguida contra Urdaneta por el delito de feminicidio.
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