Viernes Santo, un día de reflexión para muchos, casi termina en tragedia. Por conducir en estado de ebriedad su moderna camioneta, un joven de 25 años se despistó e invadió el carril contrario hasta chocar con una miniván llena de pasajeros, en el kilómetro 57.2 de la Panamericana Sur, en Pucusana. El accidente dejó nueve heridos.
Eran las 7:40 de la mañana cuando Marco Antonio Martini Mamud conducía su Volkswagen, C6O-384, con dirección de sur a norte, y de pronto, según la policía, se salió de su carril, cayó a la berma central y apareció en la vía que va en sentido contrario.
El dosaje etílico a Martini arrojó 2.13 gramos de alcohol por litro de sangre. El límite es 0.5.
“Ese carro iba a velocidad. Lo esquivé con las justas, pero una miniván que iba detrás no lo vio”, contó una mujer. Otro chofer también pudo evitar el choque.
COLECTIVO
Augusto Bernardino Paredes Cuba (46), chofer de la miniván BAV-657, que hacía colectivo, no pudo hacer lo mismo y se estrelló frontalmente con el Volkswagen.
“La miniván dio una vuelta de campana y terminó llantas arriba”, precisó otro testigo.
Martini, hijo de un arquitecto, fue intervenido y en su carro se halló una botella de ron y otra de cerveza. “Llamó por celular y dijo: ‘¡Papá!, me han chocado y quieren llevarme a la comisaría. ¡Ayúdame!”, citaron transeúntes.
ABRAZÓ A SU NIETA
Augusto Paredes resultó herido al igual que sus ocho pasajeros. Betty Sarmiento Condori (49), quien abrazó a su nieta de tres años para que no salga volando por la ventana, terminó con fracturas. Jimmy Ramos (24), hijo de la señora, también sufrió golpes. Tres mujeres y dos varones más, del mismo vehículo, sufrieron policontusiones.
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