Con 15 orificios de bala en diferentes partes del cuerpo terminó el soldador Paul Omar Lobatón Oblitas (33), tras ser interceptado por un sicario cuando tomaba una gaseosa en una tienda del Callao.
Eran las 9:30 de la noche del sábado cuando ‘Negro Paul’, como era conocido por sus vecinos, estaba con un amigo en una bodega de la manzana N, pasaje Huánuco, zona de Dulanto.
“Un joven llegó caminando y le dijo: ‘Ven, Paul’. Él se acercó, pero el sicario sacó su pistola y le disparó varias veces. Antes de irse, le dio un tiro de gracia en la cabeza”, contaron testigos.
El asesino huyó a pie hasta la avenida La Chalaca, en el Callao y subió a un carro, donde había otros individuos. En la escena del crimen, los agentes de la Divincri Callao recogieron 13 casquillos percutados y tres municiones.
Para los investigadores, el asesino y sus cómplices serían de la zona de ‘Santa Rosa’, que tendría conflictos con los de ‘Dulanto’, barrio en el que vivía la víctima, por puestos de trabajo en las obras de construcción que se realizan en el Callao.
Sus familiares evitaron declarar, pero se supo que la víctima era padre de un niño.