Una familia de pilotos y paracaidistas han descubierto una maravilla pre inca en un cerro del balneario de Santa María del Mar, el Castillo y de la Isla de Pachacamac, a través de los vuelos que hacen a bordo de los aviones deportivos. Se trata de César Castillo y su hijo Daniel, quienes están a cargo del aeroclub Alas del Mar donde dan clases de vuelo, paracaidismo, fotografía aérea y otras actividades. Además, cumplen el sueño de pedir la mano a la novia y revelar el sexo del bebé desde el aire.
Don César cuenta que el aeroclub es el resultado de una familia de aviadores y aero deportistas de hace mucho tiempo. Su papá fue piloto militar y desde muy pequeño lo llevó a volar donde encontró su pasión de estar en el aire la mayor parte de su vida, tanto así, que su matrimonio fue saltando sobre paracaídas.
“Estudié ingeniería por dos años ingeniería, pues mi padre me decía que debía complementar mi afición por volar con una carrera. Luego me fui a aprender a volar a Collique donde me hice piloto y trabajé en la selva peruana”, refiere.
Trabajó para empresas mayores como Aero Perú donde se forjó como piloto profesional y voló por casi toda América, aceptó una oferta de trabajo en una organización de aviación civil internacional, un organismo de las Naciones Unidas para auditar a los países el cumplimiento de las normas internacionales de seguridad de aviación.
Con la experiencia que lleva volando, César y su hijo Daniel reconocen que hay una gran necesidad de desarrollar una aviación comercial poderosa en Perú, ya que contamos con la cordillera de los andes, la selva amazónica, la costa y los valles.
En Alas del Sur Santa María del Mar los expertos se dedican a la aviación deportiva, donde las personas llegan para hacer vuelos recreativos, aprender a tomar fotos aéreas, aprender a pilotar, a saltar en paracaídas y a realizar otras actividades.
También pueden conocer desde un pequeño avión las maravillas que no se pueden ver a pie sino a través del aire como las hermosas playas de San Bartolo, Punta Negra y Punta Hermosa, pero eso no es nada, ya que también podrán apreciar el maravilloso castillo y las islas de Pachacamac y conocer, además, el conjunto arqueológico de la Quipa, al que han bautizado como el mini Machu Picchu del sur chico.
Para aquellos románticos que quieren sorprender a su amada y futura esposa, pueden pedir un vuelo especial para pedir la mano, donde la novia subirá al avioncito y verá desde lo más alto al novio con las palabras, ¿te quieres casar conmigo?
Y si desean revelar el sexo del próximo heredero, los profesionales vuelan y lanzan un humo de color rosa o azul según sea el caso.
Dato: Alas del Mar fue fundado en 1994. Registran los vuelos en sus propias videocámaras e incluyen las GoPro Max con capacidad de 360 grados para no perder ni un detalle.
TAMBIÉN PUEDES LEER:
El Cornettone: ¿Dónde comer el ‘croissant dulce’ más grande de Lima que es viral en TikTok?
IWAY: Conoce al robot digital que ayuda a fortalecer la educación primaria
Contenido GEC