Unos trillizos de los Estados Unidos conmovieron el corazón a todos cuando se reencontraron con un querido amigo al cual no veían en 4 largos años, por lo que el reencuentro fue más que emotivo, el mismo quedó inmortalizado en video donde se hizo viral con millones de vistas en diversas redes sociales.
La amistad más sincera
Todo comenzó en 2018 cuando Olivia, Emma y Axel tenían tres años y se hicieron amigos de Tony Parks, un recolector de basura que siempre pasaba por su vecindario en Orlando, Florida, la amistad se hizo tan cercana que, en una ocasión, Carla Wierenicz, madre de los pequeños, los grabó cuando los cuatro se daban un tierno abrazo y jugaban de lo más alegres.
De hecho, los hermanitos salían a la calle en las mañanas, incluso dejaban el desayuno servido en la mesa, ni bien escuchaban el camión de Tony acercándose: “estaban emocionados de verlos levantar y volcarlo sobre la espalda, y yo dije: ‘sabes qué, vamos, veamos cómo funciona’... él amaba tanto a estos niños y los niños a él: él era el héroe de los niños”, dijo Carla a WESH.
La relación se hizo cotidiana, mucho más cercana, se convirtieron en los mejores amigos que se podría imaginar: “todos los días salían y me extrañaban. Su mamá tenía que subirse al auto y dar vueltas por el vecindario hasta encontrarme”, dijo Tony.
De hecho, esta interacción llevó a Carla a sacar su celular y grabar uno de estos espontáneos momentos para luego subirlos a Instagram, haciéndose viral en su momento: “todavía tenemos tanta gente amable por todas partes, es tan hermoso ver eso”.
Distanciados, pero juntos de nuevo
Pero, pronto las cosas cambiaron pues la ruta del hombre fue modificada, por lo que la relación, de forma radical, se interrumpió. De eso, pasaron cuatro largos años, hasta que el ayuntamiento de la ciudad de Orlando, conociendo este caso, decidió reordenar la ruta de Tony para que vuelva a pasar por la casa de Olivia, Emma y Axel, por lo que el reencuentro era tan solo cuestión de tiempo.
Al enterarse de esto, Carla sacó a sus pequeños fuera de la casa, cogió su celular y grabó el momento cuando el camión de Parks se acerca a lo lejos, los niños están emocionados y uno de estos extiende la mano para saludarlo.
Al ver que el hombre desciende del vehículo, estos corren para rodearle mientras él abre los brazos, tal y como hacía hace cuatro años. Acto seguido, y como era costumbre, los pequeños subían al camión y jalaban la bocina.
Luego, hicieron algunas pruebas de velocidad, le mostraron los dibujos que hicieron recordando lo importante que es para ellos: “me encanta, lo colgaré en mi pared”, dijo un Tony quien no cabía en su felicidad.
Y, por paradójico que suene, si bien Tony se gana la vida recogiendo los desperdicios de los demás, lo cierto es que en esta ocasión se llevó algo de mayor valor: “recogí alegría, recogí felicidad, recogí recuerdos”, sentenció.