El terrible asesino de Texas, John Battaglia, fue ejecutado esta semana. El excontador cometió un terrible asesinato, cuando le quitó la vida a sus dos pequeñas hijas. Faith (9 años) y Liberty (6 años), perdieron la vida mientras su madre era obligada a escuchar su muerte al otro lado de la línea telefónica.
El asesinato se llevó a cabo en mayo de 2001, cuando John Battaglia recogió a sus hijas como parte de su visita semanal. El hombre y su exesposa habían peleado pues la mujer lo acusó de no cumplir su libertad condicional con las autoridades.
El asesino había sido condenado por maltrato doméstico en 1999 y llevaba un año divorciado de Mary Jean Pearl, la madre de sus dos hijas. Durante la discusión telefónica, John Battaglia colocó el teléfono en altavoz e hizo que su exesposa escuchara a sus hijas morir.
Ahora, 17 años después del horrendo asesinato, la justicia de Texas realizó la ejecución que John Battaglia tenía programada. Su exesposa estuvo presente en el momento y vio morir al padre de sus hijas.
Al ser consultado si tenía algunas últimas palabras preparadas, el asesino se negó. Sin embargo, rápidamente se retractó y pronunció sus tenebrosas palabras de despedida: "Bueno… hola, Mary Jean. Te veré luego. Adiós. Procedan, por favor", expresó el asesino.
Unos minutos después de administrarle la inyección letal, John Battaglia volvió a abrir los ojos y preguntó: "¿Estoy todavía vivo?". Segundos más tarde, el asesino pronunció sus últimas palabras: "Oh… puedo sentirlo", en alusión a la droga suministrada.
Luego de 22 minutos, John Battaglia fue declarado muerto por el estado de Texas. Luego de más de 15 años, el asesino recibió justicias, aunque nada podrá devolverle la vida a las dos pequeñas niñas que murieron a manos de su propio padre.
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