La pesca con imanes es una afición para las personas que les gusta probar suerte. Lo haces atando una cuerda a un imán fuerte y tirándolo al agua, tal como lo harías al pescar. El imán eventualmente atraerá un objeto metálico en las profundidades del agua, y esa será la captura.
Podrías encontrar algo por un valor de cientos e incluso miles de dólares o terminar con algo más extraño aún. Eso le ocurrió a un hombre de Florida, Estados Unidos, y su nieto al notar que habían sacado algo más que chatarra y tapas de botellas durante un viaje de pesca con imán el fin de semana.
Duane Smith y su nieto de 11 años, Allen Cadwalader, salieron a pescar con imanes el pasado 30 de enero en Homestead, un suburbio de Miami, cuando a los cinco minutos de su llegada, Cadwalader sacó dos rifles de francotirador y dos cargadores envueltos en papel celofán, dijo Smith a CNN.
Su primera pesca con imán
Era la primera vez que pescaban con imán, dijo Smith, y eligió un puente con un canal cerca de donde normalmente hace senderismo. La pesca con imanes utiliza un potente imán unido a una cuerda para intentar pescar objetos metálicos que se han hundido en el fondo de canales, lagos, estanques y ríos.
Es un pasatiempo en el que Smith se interesó hace poco tras ver varios videos en YouTube sobre la singular práctica. Pensó que sería un pasatiempo más atractiva para su nieto, que es autista, que la pesca tradicional.
“Con la pesca con imanes, cada vez que lanzo el anzuelo o cada dos veces me encuentro con algo”, dice Smith. “Hay un tapón de botella o, ya sabes, un rifle de francotirador de US$ 7.000″.
“Es una especie de adicción al juego en la que no sabes qué va a salir en la siguiente tirada de tragamonedas”, dijo Smith. “Es mucho más barato que jugar al tragamonedas”.
Hallaron un arsenal de francotirador
Smith, que es un militar retirado y entrenado en el despliegue de armas de francotirador, dijo que sabía que las armas eran de guerra. Calcula que cada pieza pesaba 9 kilos y, tras investigar un poco, estima que tienen un valor de US$ 20.000 y que podrían haber estado sumergidas hasta un año por el estado en el que se encontraban.
Las armas no estaban cargadas, según Smith, y no se encontró munición. Los rifles estaban cubiertos de escombros, así que una vez que llegaron a casa, Smith y Cadwalader las limpiaron para luego darse con la sorpresa de que los números de serie habían sido borrados.
Los rifles de guerra fueron entregadas a la policía de Miami-Dade y serán enviadas al laboratorio forense para ser procesadas, dijo a CNN el detective Álvaro Zabaleta de la Policía de Miami-Dade. El procesamiento debe completarse para determinar si las armas fueron utilizadas en un crimen.