Hombre de 84 años desaparece y es encontrado una semana después por su perro

En redes sociales un perrito se ha vuelto tendencia, luego de convertirse en todo un héroe al dar con el paradero de su amo, un hombre de 84 años que desapareció de la noche a la mañana de su domicilio ubicado en el municipio de Moctezuma, Sonora (México). El can se llama ‘Palomo’ y se ha ganado el aplauso de miles de usuarios en Internet.

Esta historia se dio a conocer a través de Twitter mediante la cuenta de la Fiscalía del Estado de Sonora. En un tuit publicado el pasado 5 de diciembre narran cómo este heroico peludo ayudó a salvarle la vida a su dueño que estuvo durante siete días en un terreno despoblado de la región sierra de Sonora.

Además, las autoridades aseguran que ‘Palomo’ intervino en la búsqueda junto a los agentes de seguridad, logrando localizar a su dueño identificado como Don Gregorio Romero, mejor conocido como Don Goyo, a tres kilómetros de su domicilio.

La desaparición de Don Gregorio

El hombre fue reportado como desaparecido el domingo 27 de noviembre. Sus familiares pusieron la denuncia por desaparición ante la Unidad de Atención Temprana de Cumpas aseguraron que el adulto mayor fue visto por última vez en su vivienda ubicada en la colonia Cuervitos del municipio de Moctezuma.

Al parecer, como era de costumbre del anciano, salió a visitar pueblos cercanos a su hogar por un par de días; sin embargo, a comparación de otras veces demoró más de lo habitual, por lo que sus parientes se preocuparon, ya que el hombre había presentado lapsos de pérdida de la memoria.

Palomo el perrito héroe

Tras la desaparición las autoridades iniciaron operativos de búsqueda que incluyeron a un can adiestrado, pero no dio resultados positivos. No fue hasta que decidieron incluir a ‘Palomo’, un perro chusquito de 2 años de edad, que lograron dar con el paradero de Don Goyo en un terreno despoblado entre lomas, veredas y cañadas.

El sujeto fue trasladado a un hospital, ya que se encontraba en estado deshidratación y desnutrición; mientras que el can lo espera para volver a jugar con él.