En 2018, Philecia La’Bounty hizo un inesperado descubrimiento cuando estaba en el cine con su novio. Al ajustarse el sostén, sintió un bulto del tamaño de una canica en su seno izquierdo. “No se sentía como el resto de mi tejido mamario”, dijo la mujer.
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En aquel entonces, ella no tenía seguro, por lo que se dirigió a una clínica gratuita para hacerse un ultrasonido que no arrojó resultados alarmantes.
En ese momento, le pidió a su doctor una mamografía, asustada por la presencia del bulto, pero este descartó que se tratara de algo grave. Su solicitud fue denegada debido a su edad y a sus antecedentes familiares, señaló el medio Insider.
“Tuve un análisis de sangre perfecto, sin otros síntomas, sin otras masas, por lo que negaron cualquier otro tratamiento, me dijeron que era demasiado joven para tener cáncer de mama, que estaba sana, que solo era un quiste y que regresara si me molestaba”, explicó La’Bounty en un video de TikTok.
Ocho meses después, a Philecia le diagnosticaron cáncer de mama en etapa 4. Ahora, con 35 años, comparte su historia para que otras mujeres tomen conciencia y no se queden con dudas cuando sientan que algo anda mal con sus cuerpos.
“Si hubiera visto a alguien con quien me relacionaba, que estaba publicando sobre esto, me habría tomado mi situación más en serio”, dijo la joven al medio citado. “Habría luchado más duro. Habría encontrado una manera de pagar una mamografía”.
“Si puedo salvar una vida, eso vale todo lo que publico”, agrega.
En los meses previos al diagnóstico, el bulto creció hasta 8 centímetros y le molestaba a la hora de usar vestidos ajustados.
Cuando regresó a la clínica nuevamente, la llevaron al área de mamografía y ultrasonido de emergencia. El técnico entraba y salía de la habitación para, supuestamente, consultar con otros médicos.
“Fue entonces cuando supe que era realmente malo”, recordó.
Las biopsias de seguimiento, una tomografía por emisión de positrones y una resonancia magnética confirmaron que La’Bounty tenía cáncer de mama en etapa 4. Además, la enfermedad se había propagado a los pulmones, los ganglios linfáticos y el esternón.
“Mi corazón se hundió. Tenía miedo de perder mi vida, mi familia, mi novio”, señaló. “Estaba aterrorizada de morir”.
“Es aterrador”, agrega refiriéndose al diagnóstico, “pero es mejor saber que no saber. Cuanto antes lo encuentres, mejor”.
Desde entonces, la joven ha estado en quimioterapia. Aunque ha presentado una leve mejora, Philecia asegura que probablemente estará en tratamiento “de por vida”.
También necesita exploraciones periódicas y análisis de sangre. Además, le extirparon los ovarios y las trompas de Falopio para ayudar a prevenir que la enfermedad provocada por las hormonas vuelva. Toma bloqueadores, por lo que la menopausia le llegó antes de tiempo.
Por último, expresó que “hay mucho más para consumir mi tiempo que obsesionarme con mi cáncer... Trato de llevar una vida normal más que una vida con cáncer”.
El cáncer de mama es una enfermedad en la cual las células de la mama se multiplican sin control. Existen distintos tipos de cáncer de mama. El tipo depende de qué células de la mama se vuelven cancerosas, señala la CDC.
El cáncer de mama puede comenzar en distintas partes de la mama. Las mamas constan de tres partes principales: lobulillos, conductos y tejido conectivo. Los lobulillos son las glándulas que producen leche. Los conductos son los tubos que transportan la leche al pezón. El tejido conectivo (formado por tejido fibroso y adiposo) rodea y sostiene todas las partes de la mama.
El cáncer puede diseminarse fuera de la mama a través de los vasos sanguíneos y los vasos linfáticos. Cuando el cáncer de mama se disemina a otras partes del cuerpo, se dice que ha hecho metástasis.
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