“Esta no parece una situación normal”, comentó un locutor a través de la señal oficial que transmitía en vivo el lanzamiento del cohete no tripulado Starship de la compañía SpaceX, cuyo propietario es Elon Musk. Instantes después, el artefacto explota y se precipita a tierra envuelvo en llamas.
El Starship había despegado minutos antes desde una plataforma de lanzamiento de Texas, en Estados Unidos, y todos transcurría según lo programado tres minutos después de que se elevara hasta el espacio. La segunda etapa de la prueba implicaba que el cohete ejecute una rotación antes de desacoplarse y continuar con su trayectoria.
Sin embargo, esto último no ocurrió ya que el aparato realizó varias rotaciones y no solo una como estaba previsto. Fue entonces que desde la transmisión se señaló: “Ya debió haberse hecho la separación, esta no parece una situación normal”. A continuación, ocurrió la explosión.
Sentado en su silla del control, Elon Musk volteó ante la cámara que lo enfocada y se pudo ver su rostro serio de aparente desconcierto. Sin embargo, rápidamente cambió su expresión por una sonrisa alentado por los vítores y las palmas de su equipo de ingenieros y técnicos que aplaudieron el fin de la prueba pese a no concluir todas las etapas.
Aunque los motivos del estallido aún se desconocen, los ingenieros de la compañía señalaron que daban por buena la prueba y que se podrían volver a intentarlo en unos meses. Por su parte, el dueño de SpaceX felicitó a sus equipos y los animó a seguir trabajando en el proyecto que tiene como objetivo final contar con un aparato que lleve a los humanos a la Luna y Marte.
“Felicitaciones equipo en un emocionante lanzamiento de prueba de Starship. Aprendí mucho para el próximo lanzamiento de prueba en unos meses”, publicó el multimillonario Elon Musk en su cuenta de Twitter, de la cual también es propietario.
“En una prueba como esta, el éxito proviene de lo que aprendemos, y la prueba de hoy nos ayudará a mejorar la confianza de Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea ‘multiplanetaria’”, indicó la compañía, que a pesar de la explosión consideró positivo lo ocurrido sobre el cielo de la base Starbase, situada en la costa texana del Golfo de México.
Este era el segundo intento de SpaceX para la prueba del proyecto del gran cohete Starship, diseñado para transportar a personas a la órbita terrestre, la Luna y Marte, que se compone de una nave (Starship) y un propulsor (Super Heavy Rocket) totalmente integrados.
En los primeros momentos del despegue, todo parecía que todo iba según lo previsto, pero luego el cohete empezó a dar vueltas sobre su eje y en vez de separarse, la nave terminó explotando y sin finalizar los 90 minutos de travesía antes de amerizar cerca de Hawai.
La misión de hoy tenía previsto el despegue, un recorrido y amerizaje de la primera fase del cohete, el Super Heavy, en el golfo de México, mientras que el Starship lo iba a hacer en Hawai.
La nave tenía que haberse separado, pero Starship y Super Heavy estallaron todavía juntos tras comenzar a girar sin control durante unos segundos antes de convertirse en una bola de fuego.
Starship es un sistema de transporte totalmente reutilizable diseñado para llevar tanto tripulación como carga a la órbita terrestre, regresar a la Luna y viajar a Marte.
La altura del enorme cohete y la nave es de 120 metros (394 pies), el diámetro es de 9 metros (29,5 pies) y puede cargar de 100 a 150 toneladas métricas de carga, extensibles a 250 toneladas.
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