¿Cuando ingresas a la ducha sale un chorrito de agua muy débil y demoras mucho en quitarte el champú o jabón? Lo más probable es que el cabezal esté obstruído y aquí te dejamos un genial truco casero para solucionar el problema.
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La baja presión del agua puede suceder por diversos factores, como una fuga en el sistema de tuberías, siendo el principal una obstrucción que no siempre tiene que ser revisada por un especialista en la fontanería, porque a veces lo puedes solucionar tú mismo.
El problema en tu hogar también se puede dar porque las tuberías de tu zona son muy antiguas o la dureza del agua (agua dura) acumula minerales y cal causando estragos con el flujo del agua hacia la regadera.
Esta es una tarea que se debe hacer periódicamente para garantizar que tu baño sea 100% relajante y no sufras con la poca presión de agua. Al desenroscar el cabezal podrás limpiar los sedimentos que encuentres en su interior. Si tiene un filtro, quítalo y límpialo también.
Si el flujo de agua se va reduciendo con los días hasta ser solo un hilo, aplicaremos un truco casero de limpieza.
Llamada también alcachofa, el cabezal se puede desenroscar fácilmente y limpiar con un cepillo de dientes viejo (en caso sea antiguo) o pasándole los dedos, para las duchas modernas. El siguiente paso es llenar un recipiente con 1 parte de agua y 2 partes de vinagre blanco, procurando que el cabezal quede totalmente sumergido. Déjalo ahí por una hora o durante toda la noche.
Vuelve a colocar la alcachofa y pon en funcionamiento la ducha para que el agua se lleve los restos de vinagre y sedimento. Verás cómo la presión aumentó. Si sientes que aún no está al 100% puedes desenroscar y destapar cada agujero de adentro hacia afuera con la ayuda de un alfiler.
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