Los lavabos o lavamanos del baño no tardan mucho en ensuciarse; sólo han pasado unos días desde la última vez que se limpiaron y ya tienen manchas y polvo acumulado. Lo peor es que también empiezan a tener un aspecto apagado u opaco, y utilizar métodos de limpieza tradicionales podría empeorar esta situación.
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No importa cuántas veces limpies el lavabo ya opaco, siempre parecerá sucio, dando a toda la habitación un aspecto descuidado. Sin embargo, tirarlo o cambiarlo tampoco parece una buena idea.
Con la ayuda de estos trucos caseros, podrá devolver a tu lavabo su brillo original sin estropear el material del que está hecho, pasar horas tallándolo o correr el riesgo de rayarlo permanentemente.
Con frecuencia, los lavabos se vuelven opacos con el tiempo debido a diversos factores, como los residuos de jabón acumulados, la grasa y la suciedad. Otros factores son la luz, los cambios de temperatura y algunos productos de limpieza que pueden dañar la capa de esmalte y reducir el brillo.
Limón y vinagre son los dos únicos elementos que necesitas para eliminar a fondo la capa opaca del lavabo, y probablemente ya los tengas en casa. Aplica las técnicas de limpieza después de lavar a fondo toda la superficie del lavabo con agua y jabón para eliminar todos los signos de suciedad.
Elimina todos los restos de suciedad que puedas exprimiendo primero el limón por todo el fregadero y comenzando a masajear enérgicamente con una toalla o esponja limpia. A continuación, empapa el paño con vinagre blanco y repite el proceso. Verás cómo lo opaco se va quitando poco a poco.
Con este truco de limpieza te aseguras de eliminar todos esos restos de suciedad pegada que hace que el lavabo se vea opaco, finalmente solo seca con un trapo limpio.
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