Desde tiempos ancestrales, los chamanes de los pueblos originarios amazónicos alistan un brebaje (preparado de hierbas) llamado ayahuasca o yagué (en Colombia se le dice así). Este líquido psicoactivo es una mezcla de dos plantas: la enredadera de ayahuasca (Banisteriopsis caapi) y un arbusto llamado chacruna (Psychotria viridis), que contiene el alucinógeno dimetiltriptamina (DMT).
El consumo de la llamada “planta maestra” o “sabia” es considerada como medicina y, en términos menos científicos, una puerta al mundo espiritual y sus secretos. Es por ello que la medicina amazónica se ha estructurado, en parte, alrededor de la ceremonia de ayahuasca.
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Los participantes de los rituales o ceremonias de ayahuasca entran en un estado de introspección en el que experimentan diversas sensaciones. Es como si recuperaran recuerdos emocionales que a veces aparecen en forma de visiones similares a los sueños.
Estos recuerdos, por lo general, están llenos de episodios traumáticos o momentos fuertes en la vida de las personas que, precisamente, la ayahuasca permite expulsar.
Las ceremonias están dirigidas por un facilitador o chamán. El programa y el tamaño del grupo dependen de la experiencia y el estado mental de cada participante. La duración y los detalles de la ceremonia también dependen de las tradiciones expuestas por el chamán.
Pese a que no existen muchos estudios científicos que lo avalen, la ayahuasca ha beneficiado la vida de muchas personas. ¿Qué efectos puede producir el consumo de este brebaje alucinógeno?
Ahora bien, ¿cómo es el ritual de la ayahuasca? Es usual que algunas veces al año aparezca la noticia de que un turista falleció en una ceremonia de ayahuasca. Por lo general se debe a que no recibió las dosis adecuadas. Y eso se debe porque en esas ceremonias no había maestros o chamanes que conocieran del tema y guíen el proceso.
Así, las ceremonias o rituales con ayahuasca o yagué (este último, el nombre con que se le conoce en Colombia) deben ser lideradas por un chamán, maestro o curandero. Lo ideal es que tengas referencias y recomendaciones sobre él o ella (puede ser hombre o mujer).
Suelen ser durante la noche. El chamán o la chamana te dará el brebaje y mientras tanto realizará cánticos en lenguas nativas, una manera de acompañar el paso a las alucinaciones.
Durante las semanas previas a la ceremonia, se pide a los participantes que sigan una dieta estricta que varía según el ritual. También es común que los participantes se abstengan de alcohol, nicotina, cafeína y sexo para preparar el cuerpo para la experiencia.
La idea es que la persona que llegue a hacer una ceremonia de ayahuasca o yagué llegue con el cuerpo lo más puro posible. “No contaminado”, dicen algunos chamanes. Mientras más “limpio” esté el cuerpo, la experiencia psicotrópica será mucho más aprovechable y profunda.
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