Una de las tareas más engorrosas del hogar es limpiar los cristales. Además de necesitar tiempo para realizarla, los resultados no suelen durar mucho porque puede llover unos días después o porque los más pequeños de la casa se portan mal y presionan la cara y los dedos contra el cristal, haciendo que todo el esfuerzo sea inútil.
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Sin embargo, nos guste o no, la tarea debe hacerse. Para ello, lo mejor es aprovechar los días parcialmente nublados, ya que nos permiten limpiar con mayor eficacia sin distraernos con el resplandor del sol. Además, como se secan demasiado rápido y pueden dejar marcas antiestéticas, no es recomendable pulir las ventanas de casa en días soleados o ventosos.
Existen numerosos productos muy asequibles que pueden utilizarse, por lo que no es necesario gastar mucho dinero en costosos limpiacristales. En realidad, muchos de estos artículos ya están en nuestras casas y son ideales para realizar esta tarea. Funcionan bien combinar agua y amoniaco a partes iguales, y el agua y el alcohol también funcionan bien para deshacerse de las huellas dactilares.
Cómo limpiar los cristales con vinagre
Hoy, sin embargo, vamos a enfocarnos en el vinagre blanco, que es un fantástico agente limpiador, además de un maravilloso ingrediente para la comida. También ayuda a eliminar la grasa de la cocina, a aclarar las manchas de la ropa y a deshacerse de los olores desagradables del lavavajillas y la lavadora. Además, tiene un precio razonable.
El vinagre blanco es especialmente eficaz para acabar con el moho, los gérmenes y las bacterias que se acumulan en el cristal. Esto debido a sus propiedades como la acidez y a sus cualidades antibacterianas, antisépticas y antifúngicas. Pero no es sólo eso.
Antes de empezar a limpiar los cristales, mezcla agua y vinagre blanco en un pulverizador y agítalo bien. Para un aroma más fresco, puedes añadir unas gotas de zumo de limón a esta mezcla. Mejor aún, añade a la mezcla unas cucharadas de bicarbonato, porque hace maravillas contra la suciedad más incrustada.
Utiliza después un paño de microfibra o papel de periódico. Pero debes limpiar y aclarar bien el cristal de arriba abajo para evitar que queden manchas en él. Es preferible mojar la toalla antes de limpiar los cristales de televisores y ordenadores que rociarlos con agua.