Lo más común es no contar con tiempo o no querer gastar mucho en visitas a la lavandería cada vez que vestimos nuestro traje. Afortunadamente, no es necesario hacerlo cada vez que lo vistes para una ocasión especial, basta con una limpieza cuidadosa que puedes hacer desde tu casa.
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En ciertos casos la etiqueta del traje indica que puede ser lavado en lavadora, mientras que en otros únicamente el proceso debe ser en seco. Hoy sacamos a la luz tres trucos caseros para limpiar un traje sin llevarlo a la lavandería, de manera sencilla, con métodos rápidos y económicos.
Cómo lavar un traje sin lavandería
Lo más aconsejable es revisar detenidamente la etiqueta del traje o sugerencias del fabricante antes de proceder a su limpieza. En algunos casos, incorporan la indicación “lavado en seco”, esto quiere decir que por la fibra de la tela y la manera en la que fue confeccionado, lo ideal es darle un lavado especial.
Sin embargo, esto no quiere decir que no puedas lavarlo en casa, sino que debes hacerlo con menos intensidad, con productos menos agresivos y aplicando un método diferente. También puede lavarse a mano con precaución o en lavadora con un programa de enjuague y centrifugado para ropa delicada.
Cómo lavar en seco un traje en casa
Si el caso es que tu abrigo, blazer o traje incluye la etiqueta de lavado en seco y se ha ensuciado con manchas puntuales o de sudor, a continuación te damos algunos consejos que debes seguir:
- Humedece un paño limpio con un poco de agua y jabón neutro.
- Déjalo actuar por unos 20 minutos para que la suciedad se vaya desprendiendo,
- Con un spay, rocía un poco de agua tibia y con otro paño limpio remueve los residuos de jabón y del sucio de la mancha.
- Cuelga la prenda en una gancho y déjala secar en exteriores sin exponerla al sol directamente.
Cómo lavar un traje a mano
Si el traje se puede lavar a mano, el truco más eficaz de lavar ropa de este tipo es así:
- Llena un balde con agua tibia y agrega un poco de jabón líquido neutro.
- Mezcla lo suficiente hasta que comience a aparecer la espuma y sumérgela en el agua jabonosa haciendo ligeros movimientos por un par de minutos.
- Frota con tus dedos los sitios con mayor presencia de suciedad y sudor, como la zona del cuello, puños y las axilas.
- Hecho esto, aclara con agua fría. No uses agua caliente.
- Una vez libre de jabón, extiende una toalla seca en una superficie plana y luego ábrelo sobre ella totalmente extendido.
- Enrolla poco a poco la toalla con la prenda dentro y exprime suavemente para eliminar el exceso de agua. Repite este proceso un par de veces, incluso puedes utilizar varias toallas.
- Finalmente, ábrela en un lugar liso y aireado o cuélgala en un gancho en exteriores sin que le dé el sol de forma directa, con especial atención en los lugares doblados para evitar arrugas.