La Seño María

Seño María: ‘Carlitos Way’

La Seño María y el redactor ‘Barney’ hablan de la vida del delincuente chalaco ‘MacDowall’, heredero del imperio del tristemente célebre Gerson Gálvez, ‘Caracol’
Carlos Mac Dowall fue capturado la madrugada de hoy en el Callao. Sería un avezado criminal. (Foto: Mininter)

Mi amigo, el redactor gigantón ‘Barney’, llegó al restaurante por una sopita de pollo con mollejas, corazoncitos, limón y ajicito molido. De segundo, un adobo de pollo con ensalada y para tomar su refresco de maracuyá.

“María, hace un par de días me mandaron al Callao a cubrir el entierro del temible delincuente chalaco ‘MacDowall’, quien era el heredero del imperio del tristemente célebre Gerson Gálvez, ‘Caracol’, y después se volvió su enemigo. Cuando cayó el ‘Capo’ en Colombia, su lugarteniente ‘MacDowall’, también conocido como ‘Carlitos Way’, lo reemplazó en el millonario negocio de rellenar los containers con cocaína en el puerto chalaco para ‘exportarlo’ a Europa. También incursionaban en otros ‘negocitos’, como las extorsiones por obras, el sicariato y el robo a camiones de transporte de carga. Murió en su ley: asesinado en la puerta de su casa, ejecutado por un sicario, tras tres días de agonía. Increíblemente estaba con arresto domiciliario, después que la policía lo capturó en su guarida, con grabación y todo junto a su esposa, a la que sindican como su cómplice. Lo increíble del caso es que lo despidieron con fuegos artificiales y música.

Macdowall

Cuando terminé de escribir mi nota, me encontré en la Redacción con el legendario periodista de policiales, ‘El Sonámbulo’. Colega -me dijo- la mayoría de los cabecillas de las feroces bandas de narcotraficantes de droga en containers o están presos, como ‘Caracol’, o están muertos. Todos mandaban a sus sicarios a eliminar a sus rivales y dejaron ríos de sangre en el Callao. Pero en los bajos fondos decían que el más sanguinario de todos era ‘MacDowall’, que se inició en el delito de jovencito en su barrio y hasta ‘Caracol’ le puso precio a su cabeza. Nadie sabe quién mandó al sicario, porque tenía muchos enemigos.

Seguramente correrá mucha sangre por vengarlo. Mi amigo, el general, me llamó preocupado: ‘Sonámbulo, está claro que los policías se esfuerzan por realizar excelentes trabajos y capturan a los ‘peces gordos’, y los mandan a la fiscalía. ¿Como un peligrosísimo ‘capo’ estaba con ‘arresto domiciliario? Pero para desarticular a esa bandas que se reciclan cuando cae un líder, hay que infiltrarlas. Ahí tenemos que ‘captar’ a gente de adentro. Necesitamos policías como el de la gran película ‘Donnie Brasco’ o ‘El infiltrado’. Los servicios de inteligencia policial deben modernizarse, pues no solo se pueden dedicar a chapar ladrones de celulares o carteras”. Pucha, ese señor ‘Sonámbulo’ es un tremendo periodista. Me voy, cuídense.

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