El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un lomito al jugo con papas doradas, cebollas crocantes, perejil picado, arroz blanco graneadito y, para la sed, una jarrita con agua de cocona. “María, la difícil situación política que atraviesa el país ha sacado un poco del foco de atención el gravísimo problema de la inseguridad ciudadana, que cada día aumenta y sigue cobrando vidas.
Según el informe del Barómetro de las Américas del año pasado, ¡¡el Perú es el segundo país con las cifras más altas de inseguridad en Latinoamérica!!, solo después de Venezuela, que está sumida en una terrible crisis.
De acuerdo a las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática, en el 2017 se registraron en Perú 2 487 asesinatos, la más alta tasa desde el 2011. Este año la cantidad debe ser parecida. ¡No nos podemos acostumbrar a vivir en semejante estado de violencia y muerte! El fin de semana la policía capturó a una banda de cuatro delincuentes, entre ellos una chica embarazada, que, empleando un mototaxi, asaltaron en Chorrillos a una joven profesora para robarle su cartera, con la mortal modalidad del arrastre.
A la chica la jalaron media cuadra por la calle y pudo haber muerto, como tantas otras mujeres, de no haber sido porque la cartera se rompió y ella quedó en el suelo, llena de golpes y aterrorizada. Y hace unos días, un joven que había cenado con una amiga en una pollería cerca del centro comercial MegaPlaza, tomó un taxi para llevar a su acompañante a su casa en el Rímac, pero en el trayecto el taxista se desvió y tres delincuentes subieron, los secuestraron, les robaron y a él lo asesinaron, aparentemente porque no quiso revelar las claves de sus tarjetas de crédito.
A la chica la soltaron, pero al pobre lo torturaron, lo estrangularon y abandonaron su cadáver descalzo y con las manos atadas en un cerro de Carabayllo. ¿Qué clase de monstruos hacen algo así? Poco antes, pistoleros en motos balearon a tres hermanos cambistas en pleno corazón de Miraflores, para arrebatarles su dinero.
Es urgente que el ministro del Interior, Carlos Morán, fortalezca las unidades de inteligencia de la Policía, y haga todo lo posible para que le asignen más dinero con el fin de mejorar el armamento, equipos de comunicaciones, transporte y sueldos de los policías.
Las bandas criminales deben ser infiltradas para que sean desbaratadas antes de que perpetren sus crímenes. Morán integró el famoso Grupo Especial de Inteligencia que participó en la captura del sanguinario senderista Abimael Guzmán, así que él más que nadie sabe la importancia de los sistemas de inteligencia para combatir a los criminales. Ningún país puede progresar con tanta delincuencia que te mata por un celular o una billetera. Esperamos que tenga éxito”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.