Mi amigo, el redactor gigantón ‘Barney’, llegó al restaurante por su estofado de res con papita amarilla, arrocito blanco bien graneadito y rocotito molido. Para calmar la sed se pidió su jarrita con agua de carambola heladita.
“María, el periodismo mundial está de luto por la muerte del gran entrevistador de la CNN, Larry King, quien impusiera un estilo con sus clásicos tirantes. Su verdadero nombre era Lawrence Harvey Zeiger, pero lo cambió a petición de su mánager, que vio ‘King’ (Rey) en un anuncio de licores.
Nació en un hogar judío, hijo de una costurera y un empleado estatal que poseía un restaurante, quien falleció cuando su hijo tenía nueve años. Su madre tuvo que vivir de la beneficencia y Larry no pudo ingresar a la universidad al tener que trabajar para mantener su hogar, aunque soñaba con ser locutor radial.
Dejó su Brooklyn natal y en autobús se fue a Florida, donde le dijeron que habían inaugurado varias radios. Ingresó a una emisora como empleado de limpieza. Nadie imaginó que aquel muchacho se convertiría en una estrella, una figura emblemática para la televisión norteamericana hasta su retiro en el 2010.
Por su set pasaron presidentes como Putin, Hugo Chávez, Nelson Mandela, Nixon, Clinton, Obama, personalidades como Madonna, Prince, Liza Minnelli, Lady Gaga, Sara Ferguson, Elizabeth Taylor, Tiger Woods, Paul McCartney, Yoko Ono, Marlon Brando. El mítico actor de ‘El padrino’ se soltó las trenzas durante la entrevista, cantó y hasta le dio un ‘pico’ en la boca a un sorprendido King.
Su éxito profesional fue acompañado del financiero, pues según el New York Times, en los años noventa ya ganaba siete millones de euros anuales y al morir su fortuna ascendía a 170 millones de dólares. Vivió una vida intensa y ¡¡se casó ocho veces con siete mujeres distintas!!, tuvo seis hijos, dos de ellos fallecieron meses antes que el padre y eso lo dejó desvastado.
En su vida mantuvo ilimitadas deudas de juego y hasta se especuló que tuvo conecciones con la mafia. En 1970 fue arrestado bajo cargos de robo mayor y de girar cheques sin fondos. ‘Ninguna cosa que yo diga hoy va a enseñarme nada, por lo tanto, si quiero aprender algo tengo que escuchar’, así pensaba el llamado ‘rey del talk show’.
Bató el récord Guinness al tener 25 años un programa con el mismo presentador. Vivió una situación ‘sui generis’ con su ultima esposa, la actriz Shawn Southwick. Él tenía entonces 64 años y ella 38 cuando se casaron. En el 2010 la relación entró en crisis por la infidelidad de su esposa con el entrenador de beisbol de su hijo.
A pesar de que ella reconoció el engaño, King le dio una oportunidad y siguieron juntos diez años más, hasta que anunciaron su separación. ‘La diferencia de edades me cobró peaje’, bromeaba, Sin embargo, fue generoso a la hora de asignarle una mensualidad de 32 mil 820 dólares.
Muchos creían que estaba hecho de ‘acero inoxidable’, tras vencer un cáncer de pulmón, tener un by pass en el corazón y sobrevivir a un derrame cerebral, pero no pudo soportar la maldita pandemia del nuevo siglo: el coronavirus se llevó al maestro a los 87 años”. Pucha, qué tal vida la de ese gran periodista. Me voy, cuídense.