Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unos frejoles con su bistec encebollado, acompañado de rocotito molido. Para tomar pidió una jarrita de chicha morada. “María, ayer se celebró el Día Mundial de la Sonrisa, que fue creada en 1999 para contagiar alegría y diversión a las personas en todo el planeta. Es que con la alegría y la mente positiva todo nos va mejor y enfrentamos las vicisitudes de mejor manera.
Sonreír ayuda también a la salud, evita el estrés y mejora nuestras relaciones humanas en el trabajo, el hogar o en nuestro círculo de amigos. Qué bonito es cuando alguien nos recibe con una sonrisa. Y no parar de reír contando anécdotas con los amigos. Los amargados, los coléricos, a los que todo les apesta, les va mal en la salud y en general en lo que hacen. Cuando salgo de casa saludo a todos mis vecinos y amigos. Y llego al trabajo feliz, estrechando las manos. Esa actitud contagia porque me devuelven el saludo con una sonrisa.
Ya decía el genial comediante Charles Chaplin: ‘Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quien la recibe, sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo, pero su recuerdo, a veces, nunca se borra’. La novelista británica George Elliot agregaba contundente: ‘Lleva una sonrisa y tendrás amigos, lleva un ceño fruncido y tendrás arrugas’.
Así es. Hace algunas décadas se establecó una técnica psicoterapéutica llamada risoterapia que busca generar beneficios mentales y emocionales a través de la risa. El conocido médico Patch Adams solía realizarla en los hospitales para los enfermos, niños o adultos. Su recuperación con base en esta técnica era impresionante. El poder de la mente, le dicen. Entonces aplícala en tu casa, con tus hijos y esposa. Con tus padres y amigos. Verás que dé a pocos tu vida irá mejor. Y comenzarás a sentirte bien. Esos dolores extraños desaparecerán, pues muchas veces son por estrés. Lee estos consejos:
Contenido GEC