Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tallarín saltado de pollo con su sopa wantán de cortesía. Para calmar la sed pidió una jarrita con jugo de papaya. “María, lamentables los dos videos donde el jugador de Cienciano, Christian Cueva, aparece en estado de ebriedad golpeando a la mamá de sus hijos.
Pamela López se armó de valor y lo ha denunciado ante el Poder Judicial por lesiones y violencia contra la mujer. Según un penalista, de ser hallado culpable, el futbolista podría ser condenado a penas de entre tres y ocho años de prisión. Que esto sea visto como un ejemplo para todas las mujeres: no aguanten una sola agresión, ni física ni psicológica.
Felizmente en estas épocas ya hay varios canales para denunciar a los pegalones. No es como antes que hasta la familia les daba la espalda.
Los abusadores y golpeadores nunca cambian. Algunas veces lloran y piden perdón, pero con el tiempo vuelven a maltratar a sus parejas. Muchas veces también matan. Hay que tener en cuenta esto. Nadie tiene el derecho de pegar a una mujer.
Ser esposa no la convierte en una propiedad, en una esclava, en un objeto. Cuando uno se casa lo hace porque ama a su pareja, para cuidarla y atenderla. Más aún cuando es la madre de tus hijos. Ojalá que Pamela López vaya a fondo con la denuncia. Y que se convierta en abanderada de las mujeres maltratadas. Lo peor es que los hijos de Cueva deben estar sufriendo en estos momentos.
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