Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un seco de res con frejoles, sarsa criolla y jugo de maracuyá. “María, hace unos días, el prontuariado delincuente Lucio Moreno Jaque, alias ‘Viejo Pirata’, quien cumplía una pena de veinte años en el penal de Ancón II por el secuestro de la empresaria y dueña de los restaurantes ‘Chepita Royal’, fue trasladado al penal de máxima seguridad de Challapalca.
El hampón no aprendió la lección y seguía dirigiendo su banda ‘Los Despiadados de Ancón’ para extorsionar a conductores de transporte formal e informal en la Panamericana Norte. Solo le quedaba un año para salir libre y ahora, desde la altura de ese penal, a cuatro mil metros sobre el nivel del mar, será procesado por otros delitos y seguro le darán veinte años más. Que esto les sirva de lección a los maleantes de que el crimen no paga ni pagará jamás.
Y bien por la Policía y el Poder Judicial para mandar a ese peligroso maleante lo más lejos posible de Lima, donde reinaba a sus anchas. Igual de drásticos debemos ser con los delincuentes que están libres. Hay que cazarlos como ratas, sin miramientos. Esos seres han perdido todo respeto por la vida humana. Atacan por igual a hombres, mujeres, niños y ancianos.
En estos últimos tiempos matan hasta por cien soles y solo por meterse con mujer ajena. Hace un tiempo pedí la construcción de más cárceles en la helada puna o que reactiven la famosa colonia penal de El Sepa en medio de la selva amazónica, para mandar ahí a los hampones más avezados, esos que jamás se van a reintegrar a la sociedad, como es el caso de ‘Viejo Pirata’, quien morirá en su ley.
Las autoridades deben seguir estos consejos:
- Los delincuentes más peligrosos, los jefes de organizaciones criminales, sicarios y narcos deben ir a penales de máxima seguridad.
- Ya no deben existir, para nadie, los beneficios penitenciarios. Imaginen que Antauro Humala, sentenciado por el asesinato de cuatro policías, rebajó su pena haciendo dibujos de ¡Hello Kitty!
- A los delincuentes extranjeros, indocumentados o ilegales, los debemos mandar en un avión o en barco a su tierra. Nada de ‘pobrecitos’ o ‘debemos ayudarlos’.
- Hay que cerrar nuestras fronteras a cal y canto. Las Fuerzas Armadas deberían ser convocadas. Basta de coladeras. Por ahí se han metido secuestradores, asesinos a sueldo y extorsionadores extranjeros.
- Hay más de 140 mil policías en el Perú. Que al menos la mitad de ellos hagan operativos todos los días en los lugares donde se sabe hay delincuentes.
- Que los congresistas dejen de hacerse ricos con la plata de los peruanos y hagan leyes más duras contra el hampa”. Muy bien. Me voy, cuídense.