Mi amigo, el fotógrafo Gary, me llamó para pedirme un delivery: ocopa arequipeña de entrada, lomo saltado a lo pobre como plato de fondo y anís para bajar la grasita. También se dio un tiempo para conversar conmigo y mantenerme bien informada. “María, ayer el legendario periodista de policiales, ‘El Sonámbulo’, habló sobre la difusión del primer ‘vladivideo’, que fue el origen de la caída del fujimontesinismo. Pero se quedó corto y siguió relatando sobre esos años oscuros. Ahora quisiera hablarte -me dijo- sobre los últimos días en libertad del siniestro asesor del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), Vladimiro Montesinos, quien hoy purga condena en una fría celda de la Base Naval del Callao.
Tuvo dos fugas. La primera fue cuando el entonces presidente Alberto Fujimori le entregó 15 millones de dólares como ¡¡pago de CTS!! Es cuando el ‘Doc’ viaja en avión a Panamá, donde pidió asilo. Junto a él iba su adorada Jackeline ‘La Gatita’ Beltrán y un reducido grupo de seguridad. Su llegada desestabilizó al régimen panameño, que lo invitó a regresar al Perú. Era un indeseable. No le quedó otra que volver y, ni bien pisó Lima, se fue a Pisco y de allí planeó otra cobarde huida, mientras el ‘Chino’ montaba una cinematográfica y fingida ‘persecución’ para atraparlo por Chaclacayo.
‘Vladi’ estaba decidido a escapar de la justicia a toda costa. Llegó a La Punta, en el Callao, donde José Lizier puso a su disposición el velero Karisma. Primero pensó huir a Argentina, pero las condiciones climáticas eran complicadas y la embarcación corría riesgo de hundirse. Después de idas y vueltas, decidió ir a Galápagos, en Ecuador. Para pasar desapercibido, usaba gorra y peluca. En esa oportunidad estaba acompañado de una tal Alicia, su masajista, pues su querida Jackie lo abandonó. Vladimiro la pasó mal en el mar: vomitaba y dicen que hasta pensaba quitarse la vida. Se cuenta que lloraba por la ‘Gatita’ y que se comunicaba con ella a través de un teléfono satelital. Le imploraba que vuelva a su lado, pero ella lo rechazaba. En su libro ‘Ocaso y persecución’, el desaparecido Augusto Bresani, quien en un momento trabajó palmo a palmo con el ‘Doc’, escribió cómo este rogaba: ‘Jackie, esto va a pasar, todo volverá a ser igual... no me hagas esto… no seas estúpida, esto es obra de mis enemigos políticos…’. Caído en desgracia, nadie lo quería cerca. En un instante pasó de ser uno de los hombres más poderosos y temidos del país a un apestado. Lo que pasó después es historia conocida. El ‘Doc’ fue capturado, condenado y aún sigue enfrentando más procesos judiciales por todo el daño que le hizo al Perú”. Tremendo lo que cuenta ese señor ‘El Sonámbulo’. El que mal anda, mal acaba. Me voy, cuídense.