Mi gran amigo periodista, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una papita a la huancaína y un estofadito de pollo con presa grande. para beber, se pidió una chicha morada al tiempo. “María, ayer leía la entrevista al empresario Roque Benavides, quien dejó una frase muy importante: Ni el dinero, el carro o la ropa te dan la felicidad..Hay que estudiar’. Y tiene mucha razón. El Perú nunca dejará de ser un país pobre, mientras no se mejore la educación, se siga dejando de lado la formación de técnicos y profesionales altamente especializados, mientras no se invierta en tecnología ni investigación.
Si seguimos como hasta ahora, continuaremos exportando, además de frutas, minerales que - en otros países- serán transformados en chips de computadoras, cables eléctricos, automóviles y otros que luego nos venderán a un precio muchísimo más alto. Impulsar la educación es una tarea que todos los gobiernos han olvidado hacer.
Nuestros gobiernos han sido incapaces de dar el apoyo necesario a las universidades e institutos técnicos para la formación de profesionales con alto nivel de especialización en las carreras que el país necesita. Por ejemplo, mientras se sigue pensando de manera equivocada que solo profesiones como el derecho y la medicina dan estatus y dinero, el país urge de al menos 300 mil profesionales en carreras técnicas para satisfacer la creciente demanda en minería, construcción, agroindustria, textiles y otros sectores en continuo crecimiento. Tanta es la escasez de buenos técnicos que, cuando una empresa grande necesita a uno, recurre a otras para que los busque y ubique. Pero como no hay, solo les queda traerlos del extranjero o tentar con mejores sueldos a los que ya están trabajando en empresas de la competencia. O sea, se los arrebatan entre sí.
Estos técnicos pueden llegar a ganar más de 10 mil soles al mes. La realidad es preocupante, pues la industria peruana se está quedando sin técnicos capaces de manejar las maquinarias que activan el progreso del país. No todos pueden ser profesionales egresados de universidades, porque sino el país se paralizaría. Y los jóvenes que ingresan a la universidad deben estudiar las carreras que se necesitan, como ingeniería de minas. En ese sentido, el sector público también requiere profesionales de alta calidad, capaces de activar la economía y que velen por los intereses del país. Y entre las carreras técnicas con mayor demanda en nuestras tierras están: Mecatrónica Industrial y Mecatrónica Automotriz. Ahora se preguntarán ¿qué es la Mecatrónica? Es un área que incorpora elementos de la electrónica, mecánica, robótica, sistemas de computación y manufactura”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.