Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unas cachemas fritas doraditas con arrocito blanco graneado, sarsa criolla y, para tomar, una limonada fresquecita. “María, este domingo se celebra el Día de la Madre y la fecha debe ser un recordatorio para todos los hijos de que a la mamita se le debe amar, respetar y cuidar. Creo que los problemas de violencia que vive el país se deben a varios y complejos motivos, pero pienso que si todos hiciéramos caso a los consejos de nuestras viejitas, este sería un país mucho mejor. ¿O qué madre va a enseñar cosas malas a sus hijos?
No me tapo los ojos, pues sé que también hay madres desnaturalizadas, pero la inmensa mayoría solo quiere lo mejor para sus retoños. En unos saludos que pasaban por la radio el otro día, escuché a un señor de 70 y tantos años que tenía viva a su mamita de más de 100 y él le decía que la amaba muchísimo y que su viejita lo seguía cuidando como si él fuera un bebé. Este caso grafica el amor de las mamitas por sus hijos. Es incondicional y absoluto, sin tiempo de expiración. Por eso creo que toda mujer debe ser respetada, las niñas, las jóvenes, pues un día ellas serán madres. Si tú tienes la dicha de tener viva a tu madrecita, me permito darte algunos consejos:
Contenido GEC