Lucha por tus metas

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una chuleta de chancho doradita, acompañada de papitas nativas sancochadas y sarsa criolla con ají, hierbabuena y, para tomar, un emoliente calientito. “María, es triste lo que le está pasando al país por el aumento de la delincuencia y de la pobreza. Pero hay que conservar la calma porque los peruanos hemos salido de situaciones peores. Solo recordemos cómo estaba el país en la época del terrorismo. Había pobreza, escasez y la violencia demencial de Sendero Luminoso y el MRTA mantenía a todos en zozobra. Parecía que el Perú se iría al abismo, pero gracias a la Policía, a las Fuerzas Armadas, a los ronderos y a tantas personas valerosas se pudo derrotar a la lacra terrorista y comenzamos a levantar cabeza, al punto de que poco a poco, con los años, se comenzó a disminuir el número de pobres.

Así que también saldremos de esta, sin duda. Por eso, te quería comentar de la joven píurana Thalía Leyton Reto, de 22 años, que fue alumna del Colegio de Alto Rendimiento (COAR) de Piura y obtuvo una beca para estudiar en una universidad de Lima. Al culminar su carrera se fue a Francia a seguir una maestría en Ingeniería Biomédica en la prestigiosa École Polytechnique. Hoy trabaja en la NASA, en Estados Unidos, y recuerda con orgullo que es hija de la ‘chichera de La Capilla’. Creo que ejemplos así debemos tenerlos en cuenta más que nunca en estos momentos, pues nos demuestran que, pese a las dificultades, sí se puede salir adelante, con esfuerzo, perseverancia, paciencia y voluntad. Algunos consejos para los jóvenes:

• Plantéate metas y lucha por ellas. Pregúntate qué quieres alcanzar en la vida. Y cuando lo visualices trabaja sin descanso por lograrlo. Tu voluntad es un arma poderosa.
• Estudia siempre. En el conocimiento está la clave del éxito. La ignorancia solo trae atraso y pobreza.
• Elige el buen camino. Aléjate de las malas juntas y del ocio. No pierdas el tiempo, pues se pasa volando.
• Respeta a tus padres. Ten en cuenta lo que te dicen”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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