Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un cebichito de perico a la norteña, con sarandaja y camotito morado, y luego un plato de chicharrón de pescado con yuca. De tomar pidió una jarrita de limonada frozen para bajar el calor. “María, la delincuencia está cada vez más avezada. Hace unos días hasta arrojaron bombas a la casa de los abuelos del jugador Christian Cueva, en Trujillo, a quien vienen extorsionando desde hace varios meses para que pague cien mil soles, a fin de dejar en paz a su familia.
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En setiembre del año pasado hicieron detonar un cartucho de dinamita en la misma vivienda. Fue en la época que la banda del ‘Tren de Aragua’ amenazó con volar el restaurante de ‘Cuto’ Guadalupe si no pagaba un cupo. Parece ser que ahora los delincuentes han puesto la mira en los futbolistas profesionales porque saben que ganan gran cantidad de dólares y encima se lucen con carros de alta gama, ropa de marca y hasta en sus mansiones.
En estas épocas hay que ser más cautos con lo que tenemos, no necesitamos enrostrarles a los demás lo ricos y afortunados que somos. Ojalá que la Policía agarre a esos hampones de una vez y la familia del seleccionado pueda estar en paz. Debe de ser muy feo vivir con la posibilidad de que cada mañana te encuentres con una bomba en la puerta de tu casa o que te disparen en plena calle.
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Es que esa es otra de las características de los delincuentes de ahora: son más sanguinarios y no les importa matar hasta por cien soles. En todo caso, hay que modificar nuestra forma de vida para no exponernos tanto, porque a todas luces la Policía se está viendo desbordada por el hampa en general.
Con toda esta desunión entre peruanos, dudo mucho que en el corto plazo se pongan de acuerdo el Poder Judicial, Ministerio Público, Ejecutivo y Congreso para enfrentar con todo al crimen organizado.
Para que no te veas bajo las garras de los extorsionadores, sigue estos consejos:
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