Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un ají de gallina con arrocito, papa sancochada, huevo duro y quesito parmesano. Para tomar pidió una jarrita de emoliente. “María, lamentable la muerte del influencer Jainer Moisés Pinedo Vargas, más conocido como el ‘Ingeniero Bailarín’, debido a que contrajo el dengue, enfermedad que luego se le complicó con un mal respiratorio. Esto nos debe hacer reflexionar sobre la importancia de los chequeos periódicos de nuestra saud, en especial si ya tenemos más de 40 años y empiezan a aparecer los dolores o malestares.
Es importante que no esperemos a sentirnos mal para recien acudir al médico. Toda dolencia es un aviso del cuerpo de que algo está mal. Tuve un amigo que un día se fue a jugar fulbito y apenas empezó el partido sintió que se ahogaba. No era el primer episodio, pero este fue más fuerte. Al día siguiente fue a que lo revise un médico y, tras las pruebas, quedó internado de urgencia: tenía cáncer a los pulmones y había hecho metástasis.
Si solo hubiera ido al médico cuando aparecieron los síntomas se habría salvado. La medicina preventiva está evitando cada vez más que la gente fallezca con enfermedades graves, y detectar a tiempo los males más complicados. Un dolor de cabeza crónico, cólicos recurrentes o sangrados, molestias al respirar o extraños bultos en el cuerpo son una alerta.
Hay que ir al doctor. No se pierde mucho tiempo. Y la recompensa es que podemos gozar más años con nuestros seres queridos. Hoy en día la ciencia médica está bien avanzada. Con resonancias magnéticas, tomografías, rayos X, endoscopías, colonoscopías o ecografías podemos saber el estado de nuestros órganos y seguir un tratamiento si lo necesitamos. Los laboratorios, además, fabrican mejores medicinas.
Es decir, podemos vivir más tiempo del que vivieron nuestros antepasados y con mejor calidad de vida. Pero el secreto está en la prevención y un ritmo de vida sano, sin estrés, con bastante deporte y sueño adecuado”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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