Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por su pescadito frito con verduras chinas y su jarrita de té calentito para bajar la grasita.
“María, vino a visitarme a la Redacción el veterano periodista de Política, ‘Cigarrito’. Mi colega se apareció con su conjunto de jean pegadito, una chalina fashion en el cuello y su clásico pelo largo castaño suelto. Las chicas de la oficina, al verlo de espaldas, gritaron ¡cuerooo!, pero al verlo de frente, con el rostro surcado de miles de arrugas y con sus ojos inyectados, rojos de tantas amanecidas y borracheras con ron Cartavio, aullaron de espanto y se refugiaron en el comedor. ‘Gary, la situación política está bien movida con el aluvión de ‘audios de la vergüenza’.
Me hace recordar cuando trabajaba en un diario que ahora yace en el ‘cementerio de papel’ y estábamos investigando las movidas del ‘Doc’ Vladimiro Montesinos para comprar congresistas ‘tránsfugas’. Una noche me citaron en un chifa de San Borja.
‘Cigarrito -me dijo el inmenso y rubio director-, te vas a entrevistar con la ‘Pollito’. Ella ha sido el brazo derecho de Vladimiro y creo que también fue su amante, pero como el ‘Doc’ está templadazo de su amante, Jackie Beltrán, a la que le puso un palacio en playa Arica, la ‘Pollito’, enferma de los celos, está dispuesta a entregar esos videos a la oposición.
Me encontré con la Pinchi Pinchi y allí me contó que Vladi, como lo llamaba, la había humillado en un viaje a Rusia, donde la llevó para cerrar un negocio de venta de armas con unos traficantes ucranianos. Lo que no sabía la ‘Pollito’ era que en el avión privado también estaba la ‘Gatita’ Jackie Beltrán. ‘Yo no podía soportar a esa mujer, que estaba con Vladi por interés. Incluso en la cena de Moscú, se presentó con una minifalda, con la que se le veía hasta el alma, y los traficantes no paraban de mirarle la entrepierna y ella se reía muy coquetamente.
Vladi me llevó a otro ambiente y lo vi rojo de rabia. ‘Mira cómo me deja mal esta p...’, gritaba. Esa tarde me hizo ver en su casa algunos de los ‘vladivideos’. Allí me quedé lelo cuando vi que compraba al congresista ‘Beto’ Kouri con miles de dólares. ‘¡Esto es dinamita pura!, le dije. ‘Tengo miedo que por esto me maten’, me indicó. Yo al toque me comuniqué con el congresista ‘Popy’ Olivera, para que tenga el audio y vea a quién se lo entregaba.
Al final se lo dieron a Canal N, que lo difundió, y esa mañana, en el Hotel Bolívar, empezó la debacle del fujimorismo y de Vladimiro Montesinos. Lo importante es que la legalidad actúe rápido, como esa vez cuando la oposición le dio vuelta a la bancada fujimorista y, luego de la fuga de Fujimori, se pudo elegir a un demócrata cabal como presidente, el recordado Valentín Paniagua. Recuerdo que esa vez hicimos una edición especial con las fotos del gran Carlos ‘Chino’ Domínguez. El director, cuando cayó Fujimori, me mandó de viaje de placer a Iquitos.
‘Cigarrito, relájate, pero no te tires al río, ja, ja, ja’, me dijo con su vozarrón. Esa aventura te la contaré otro día’”. Pucha, ese señor ‘Cigarrito’ es un gran periodista, pero no guardó pan para mayo. Me voy, cuídense.