El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un sabroso ají de gallina con arroz blanco, aceituna y huevito duro. También se pidió una jarrita de emoliente tibiecita.
“María, después de las marchas ‘Ni una menos’, se pensó que los cobardes ataques a mujeres iban a disminuir, pero la realidad dice que sucede todo lo contrario. Me causó indignación enterarme que un miserable, que encima era casado, asesinó sin piedad a una madre de familia que tuvo la desgracia de cruzarse en su camino.
Ambos mantuvieron una relación sentimental, pero ella lo dejó porque descubrió que tenía esposa. El homicida estaba obsesionado y se volvió loco de celos. Parece que nada detiene a estas bestias que creen que la mujer es de su propiedad. Para ser mujer, en el Perú, hay que ser valiente.
Por eso, desde la próxima semana, la sección Familia de Trome abordará el tema con amplitud. Algunos consejos para ellas:
- Antes de iniciar una relación, trata de conocer lo mejor posible a tu pretendiente. Si desde el principio o en alguna etapa de la relación hay violencia, aléjate de inmediato. Recuerda: Los borrachos y los golpeadores se ponen peores con el tiempo.
- Muchos exigen ‘la prueba del amor’ porque él ‘lo necesita’, anteponiendo sus deseos a los de ella. Si la mujer se niega, y el hombre es violento, pueden comenzar los insultos o golpes. Recuerda: Si siempre se aceptan las prioridades de él y pocas veces las de ella, la relación será dispareja. La mujer no será feliz.
- En esta época en que hombre y mujer trabajan, ambos deben compartir por igual los quehaceres del hogar. Por ejemplo: No es justo que uno llegue a casa del trabajo a descansar, mientras el otro, que también volvió de laborar, se dedique a preparar la comida.
- Si la pareja se burla de lo que la mujer dice o hace, ella debe exigir respeto, sin gritar pero con firmeza: ‘Yo te quiero mucho y te respeto, pero no quiero que me vuelvas a hablar así. Espero que respetes lo que tenga que decir, así como yo respeto lo que dices’.
- Si el hombre, en lugar de disculparse, afirma algo como ‘yo hablo como quiero’, entonces hay que decir: ‘No me agrada el tono de esta discusión, hay que dejarla para otro momento cuando estemos más calmados’.
- En una relación no puede haber ofensas de una parte, mientras la otra debe aguantar. Si él está molesto y levanta la voz, hay que dejarlo hablando solo. No se pueden aceptar malos tratos.
- Si esto se repite dos o tres veces más, porque él siempre está molesto y ‘ella siempre tiene la culpa’, lo siguiente que puede ocurrir es la violencia física, verbal, social, psicológica o económica.
- Confrontar al abusivo no siempre soluciona el problema. En ese caso hay que pensar en alejarse cuanto antes”. Gary tiene razón. Me voy, aterrada. Cuídense.