Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por bistec con papas fritas y ensalada de lechuga. Para tomar pidió una jarrita de maracumango refrescante. “María, casi la mitad de los niños peruanos de entre 6 meses y 3 años de edad tiene anemia. Es decir, más de 800 mil menores acusan deficiencia de hierro en la sangre y los hace vulnerables a varias enfermedades, pues sus defensas están bajas. Este no es solo un problema de salud, sino también social”.
“Está comprobado que la anemia puede afectar las capacidades cognitivas de quienes la padecen, impidiéndoles aprender y asimilar conocimientos de forma normal en comparación con los menores sanos. De nada vale enviar a los pequeños al colegio porque no aprenderán nada. Este mal les provoca sueño y falta de concentración. Es decir, toda una generación de peruanos estará en franca desventaja y, probablemente, no podrá crecer profesional ni económicamente”.
“El Gobierno debe realizar prontamente una estrategia de prevención y control que incluye el seguimiento de los niños afectados para verificar sus niveles de hierro en la sangre y el abastecimiento de suplementos con el mineral para la alimentación. Asimismo, campañas de información para mujeres gestantes y madres de niños anémicos. Trome se ha embarcado en una iniciativa para la lucha contra la anemia en el país y pide que los empresarios, universidades y entidades públicas acompañen esta idea. No seamos indiferentes al sufrimiento de nuestra población”.
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