Este Búho se encuentra envuelto en una vorágine de sentimientos como si una licuadora cerebral mezclara mis recuerdos desde aquel día, del año 2001, en el que ingresamos por primera vez a la sala de Redacción de Trome. Junto al director, Carlos Espinoza Olcay, nos había convocado el recordado Bernardo Roca Rey para dirigir el diario que se convertiría en el gran periódico popular del Perú.
No había Google, YouTube, ni TikTok. Si querías investigar un caso te tenías que sumergir en los inmensos volúmenes de El Comercio. Con la internet ya nada sería igual. Fue la promotora de un explosivo cambio en los medios de comunicación, en la manera cómo se informa la gente. Cuando empecé en este oficio, en los años 80, no había nada de eso. Ni celulares ni computadoras. Había que ‘correr la cancha’, trabajar el triple. Ponerle mucha pasión. Eso creo que no debe cambiar.
El periodismo, en cualquier plataforma, se hace buscando la noticia, investigando, con periodistas lectores, que se sigan nutriendo de conocimientos con las obras literarias y periodísticas de los maestros. Ya lo decía el escritor chileno Alberto Fuguet en su novela ‘Tinta Roja’, con su famosa frase: ‘El periodismo, como la prostitución, se aprende en la calle’.
Lo alucinante es que Trome se reinventa teniendo como base la calidad de sus periodistas. Somos líderes a nivel nacional con nuestra versión impresa, pero estamos en tiempo real en nuestra versión digital. Acabamos de llegar a Estados Unidos para darles la mejor información de la Copa América. Los artistas famosos esperan turno para tomarse un ‘Café con la Chévez’.
El jefe de nuestra pagina web, Percy Vargas, me dijo: ‘Búho, los periodistas de Trome somos digitales. Si no estás en internet, no existes. Y si no destacas allí, quedas en el olvido’. Así, el vértigo del cierre de edición, ese que tanto nos apasiona a los que estamos en medios, se da cada vez que se publica una nota, es decir, cientos de veces al día, al igual que en la noche y madrugada.
Nuestra competencia son los diarios del quiosco y también las páginas web, plataformas informativas y de entretenimiento de todo el Perú y el mundo. Si bien la tecnología es un paso gigante en el universo de la información, la democratización de tener un canal propio ha traído un tsunami de farsantes que sin estudios y, lo peor, sin ética ni moral, llenan sus contenidos con ‘fake news’ (noticias falsas). Hace unos días, con tal de ganar más clicks ¡'mataron’ al maestro Roberto Chale! Por eso la marca hay que cuidarla y potenciarla.
Debemos dar un producto de calidad, en base al primer mandamiento del periodismo: ‘No mentir’. Es un gran desafío. Pensamos qué es lo que necesitan los que leen nuestros textos, revisan nuestras fotos y le dan play a nuestros videos. Pero siempre hay que nutrirse de los clásicos. El padre del Nuevo Periodismo, Gay Talese, autor del notable libro ‘Honrrarás a tu padre’, recomendaba: ‘¿El primer consejo que le daría a los jóvenes periodistas? Que lean ficción (...) que lean a los grandes escritores, a los rusos, a los franceses, hispanoamericanos. Lean a escritores de ficción para que abran su mente, poetas o ensayistas’.
Ustedes se preguntarán ¿cuál es el secreto de nuestro éxito? La capacidad y el talento de los periodistas, el olfato para la noticia. Las grandes historias bien contadas nunca van a morir. A los jóvenes les aconsejo: No ambicionen dinero ni poder, más bien desconfíen de ambos. Hay algunos que cobran por lo bajo y se visten de ‘moralizadores’. Sean rebeldes y desconfiados. Pero a quienes hay que agradecer infinitamente y por quienes entregamos el alma día a día son ustedes, nuestros queridos y fieles lectores. No hubiésemos logrado nada sin su preferencia. ¡Felices 23 años! Apago el televisor.
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