Este Búho estuvo atento a la jornada electoral de este domingo y, como ya se había dicho antes, el final será de fotografía. El conteo rápido dado anoche por Ipsos, que es una muestra representativa, mas no el resultado definitivo, daba a Pedro Castillo el 50.2% de los votos mientras que a Keiko Fujimori el 49.8%. La diferencia era menos de medio punto, lo que está en el margen de error.
Esta elección demuestra, en primer lugar, una clara división entre peruanos bastante marcada, pues eligieron casi por igual dos alternativas de gobierno diametralmente opuestas. No se puede dejar de anotar el amplio apoyo del candidato del lápiz en provincias, especialmente en el sur, frente al respaldo grande que la aspirante fujimorista tiene en Lima.
Es indudable que el Perú pide cambios a gritos y por eso, pese a los grandes errores de Castillo en los últimos dos meses, como el rehuir a la prensa de forma constante, no tener un buen equipo técnico o sus declaraciones contradictorias, ha logrado obtener la mitad de la votación.
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En todo ese tiempo se vio un crecimiento lento de Keiko, quien pese a su fuerte antivoto logró remontar más de veinte puntos hasta alcanzar al chotano. Lo consiguió, sobre todo, por su equipo técnico en el que destaca la presencia del economista Luis Carranza y el jale de Carlos Neuhaus, responsable de la exitosa organización de los Juegos Panamericanos en Lima.
Asimismo, llegó a mucha gente, sobre todo más necesitada, con sus propuestas de agua y bonos. Pero pese a todo, aparentemente no habría sido suficiente para superar a Castillo. Dicen que el más grande partido en el Perú es el ‘antifujimorismo’. Pero fue preocupante anoche ver en las calles a cientos de personas, muchas de ellas enfrentándose a golpes e insultos, hasta altas horas de la noche, sin respetar el toque de queda, olvidando que estamos en pandemia.
Es hora de que los candidatos salgan a hacer un llamado a la calma a sus seguidores. La campaña electoral ya acabó. Ahora corresponde esperar con calma el conteo oficial de la ONPE y aceptar el resultado.
El Perú necesita crecer y para eso debe vencer a la maldita pandemia que sigue matando a miles de compatriotas. Para hacerlo, el ganador o ganadora deberá dialogar con el candidato no elegido y lograr consensos.
La persona que asuma el mando del país este 28 de julio deberá gobernar para todos los peruanos, no solo para los que votaron a su favor. En las últimas semanas, el país se ha visto enfrentado, peleado, han recrudecido viejos odios que parecían superados y eso no puede continuar.
Los dos candidatos, tanto Keiko Fujimori como Pedro Castillo, prometieron en campaña respetar la democracia que con tanto esfuerzo se consiguió y ahora es tiempo de exigirles cumplir su palabra.
Ambos deben recordar que en primera vuelta, juntos, no lograron ni el 30 por ciento. Así que cualquiera sea el ganador deberá hacer un ejercicio de humildad y aceptar que muchos de los votos que obtuvieron fueron por las resistencias que la otra alternativa tiene en sectores importantes del país.
Así que ahora no valen grandes poses, sino ponerse el overol y trabajar duro para crear más trabajo y lograr más inversiones. El Perú está atravesando una dura crisis que solo superará si todos trabajamos unidos. Apago el televisor.
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