Abimael Guzmán fue capturado en setiembre de 1992. (REUTERS)
Abimael Guzmán fue capturado en setiembre de 1992. (REUTERS)

Este Búho comparte totalmente uno de los principios de los derechos de los infantes: ‘Los niños no son solo el futuro, también son el presente del mundo’. Por eso me causó estupor el enterarme que la Dirección Contra el Terrorismo apresó a miembros de una organización de fachada de unos miserables que abusaban de pequeños de entre cinco y diez años, a los que envenenaban sus mentes con ‘el odio de clase’, inoculándoles la prédica maoísta del ‘Presidente Gonzalo’, el genocida Abimael Guzmán.

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Esos angelitos que deberían estar viendo videos de ‘Pepa Pig’, ‘Los compas’ o ‘La película de Mario Bros.’, eran adiestrados por los terroristas y los hacían gritar ‘¡Viva el marxismo leninismo y el pensamiento Gonzalo! ¡Volviendo a luchar, el triunfo alcanzará’. Ese repugnante video formaba parte de las actividades de una organización trujillana llamada ‘Voluntad Transformadora’, organismo de fachada senderista que captaba a la niñez de bajos recursos en el populoso barrio de La Esperanza.

El ‘barajo’ era el hacer chocolatadas, dar regalos a los hijos de los pobladores en esta zona donde campea la delincuencia, la microcomercialización de droga y la extorsión. Los padres creían que sus hijos estaban protegidos en el local de esta organización sin saber que el director era Juan Santos Romero, senderista condenado.

Como la casi totalidad de excarcelados por terrorismo, salió de la cárcel sin una pizca de arrepentimiento y más bien siguió en la militancia con un nuevo método. Sendero ya no solo se infiltraba en universidades o sindicatos, sino comienza a captar adeptos desde la más tierna edad.

Cuando vi esas indignantes imágenes de los niños dándoles vivas a un miserable asesino como el ‘Camarada Gonzalo’, que ya está achicharrándose con Satanás en el averno, me vinieron a la mente las patéticas opiniones de los tontos útiles de la subversión.

Detienen a hombre por adoctrinar menores con ideología de Sendero Luminoso
Detienen a hombre por adoctrinar menores con ideología de Sendero Luminoso

Que lloran y se quejan porque estudiosos serios de la violencia política sostienen que Sendero Luminoso está más vivo que nunca, pero ellos sin ningún rubor los culpan de hacer ‘terruqueo’, afirman que ‘Sendero Luminoso no existe, ya lo derrotamos’. ‘¡Basta de terruqueo!’, claman haciéndose los indignados.

Este Búho se forjó desde jovencito cubriendo en los periódicos esa dolorosa época. Recorríamos morgues, recogíamos cadáveres de policías, dirigentes populares como María Elena Moyano, asesinada a tiros y luego dinamitada. Esos que niegan a Sendero no saben lo que significó para nosotros como periodistas, junto a otros colegas, incluso más chibolos que yo, cubrir una década y media de horror.

Creo que no se necesita ser historiador para saber cuando estuviste en un hecho trascendental. Una vez llegamos a inicios de los años 90 a una residencia en Monterrico. Un colega policiaco ‘canchero’, con sus fuentes en policiales, me dateó. ‘El mayor me hizo una confidencia. Abimael Guzmán durmió aquí la noche anterior, la cama está aún caliente. Un maldito soplón los alertó, pero se fueron solo con pocas cosas’.

En ese allanamiento, en 1990, encontraron el video de ‘Zorba el griego’ donde Abimael bailaba borracho con su Comité Central y sirvió para capturar, en 1992, al ‘Camarada Gonzalo’. Los policías no lo podían creer. El ‘Cachetón’ estaba vivo. Un alto mando nos dijo: “Nunca pensé que el Comité Central fuera un grupo de borrachos. Cada vez que terminaban un comité se metían tal juerga con fino whisky y terminaban bailando la canción de la película ‘Zorba, el griego’”.

Esa época también la sufrimos los periodistas. Los policías estaban entrenados para lidiar con muertos todos los días. En la currícula de los periodistas no había un curso de medicina forense. Aprendimos viendo muertos todos los días. Con mis colegas del periódico, que hoy yace en el ‘cementerio de papel’, en aquel 1990 nos poníamos a conversar de madrugada frente a varias botellas de ‘chelas’, para bajar la impresión que nos abrumaba, después de cubrir tantos asesinatos y atentados terroristas.

Éramos jovencitos, salíamos de nuestros hogares dando un beso a papá y mamá y terminábamos viendo cadáveres despedazados, niños sin una pierna, ambulantes y anticucheras destrozados por un coche bomba. Un edificio entero bombardeado, el de Tarata en Miraflores, por un criminal coche bomba senderista.

Eso jamás se debe olvidar, como tampoco ignorar a los malditos terroristas que quieren lavar los cerebros de los niños y sus cómplices que los avalan, como el propio Pedro Castillo, quien en su gobierno nombró como ministro de Trabajo a Iber Maraví, quien tiene atestados que lo vinculan a atentados terroristas. Increíble. Apago el televisor.

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