La mítica banda Arena Hash. (Foto: Instagram)
La mítica banda Arena Hash. (Foto: Instagram)

Este Búho abre sus inmensos ojazos al enterarse de que el gran rockero regresó a la escena musical luego de doce años, con el lanzamiento de su nuevo tema ‘Amor yo te perdí la fe’. Esta canción de su autoría llega gracias a un trabajo con la Inteligencia Artificial (IA).

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Pedro fue el vocalista, compositor y líder de ‘Arena Hash’, un grupo que marcó un hito en la música pop rock del país. Ingreso al ‘túnel del tiempo’. Recuerdo que tuve el privilegio de ver la primera presentación en un gran escenario en vivo del recordado grupo de adolescentes.

Fue el 1 de agosto de 1988, en el auditorio de La Feria del Hogar. Mi ‘pata’ Medalith me dijo que la pareja de su amiga, la guapa modelo y actriz Diana Quijano, Germán Gonzales, era el mánager de un grupo de chiquillos que iba a dar que hablar.

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“Pedro ya tiene 54 años, ya quiere descansar, estar en su casa con sus nietos, con sus hijos”, reveló su hermano en entrevista con Trome.

“Tienes que escucharlos, Pedro y Patricio son hijos de Hernando Suárez Vértiz, el dueño de una tienda de arte en Miraflores. Christian Meir es hijo de Gladys Zender, la ex Miss Universo, y Arturo, el baterista, es el primogénito del locutor de Canal 4, Arturo Pomar. Pero eso es lo de menos, flaco, yo los he visto ensayar y te juro que tienen talento. Van a llegar lejos”, me explicó convencida Diana, abriendo sus inmensos ojos verdes de gata.

Germán Gonzales, el mánager, después se haría famoso protagonizando la película ‘Alias la Gringa’. El mismísimo Pedro lo llama ‘legendario actor y músico’ y reconoce su papel fundamental en los inicios de la banda. Fue Gonzales quien vio un diamante en bruto en estos cuatro chiquillos y los animó a grabar su primer disco.

‘Me resfrié en Brasil’ y ‘Cuando la cama me da vueltas’

Esa tarde-noche ‘Meda’, Diana, Germán y este columnista jovencito, calentándonos con un roncito ‘caleta’, vimos en zona privilegiada a ‘Arena Hash’ que recién estrenaba en vivo temas de su primer disco, como ‘El cangrejo’, donde Pedro, con ese estilo especial, rapeaba, sacudía las caderas; ‘Me resfrié en Brasil’, ‘Cuando la cama me da vueltas’ o ‘Estrés’. Recuerdo que salímos relajados de la Feria, pero en las calles olía a peligro.

La Policía paró el micro que me llevaba a casa en la avenida Venezuela y nos bajaron a los jóvenes. ‘¡Papeles, carajo!’. Estaban exasperados. Días antes, senderistas a las siete de la noche y en pleno centro de Lima lanzaron una granada de guerra a un patrullero y mataron a dos policías.

Los jóvenes éramos sospechosos. Vivíamos el pésimo primer gobierno de Alan García con hiperinflación y con los malditos de Sendero Luminoso ejecutando asesinatos selectivos, dinamitando torres, colocando coches bombas en la ciudad, mientras en el campo ejecutaban en masacres a los campesinos.

El rock resultaba una válvula de escape para la juventud. No había pan y el gobierno sacó un pan enano, el ‘pan popular’, que al poco tiempo de salir del horno se ponía como piedra. El imaginario popular les clavó la chapa de ‘pan popular’ a los fumones de pasta básica: ‘Porque sale a las seis y a las siete ya está duro’.

Hasta la cerveza se había puesto por la nubes y estaba de moda un trago de aguardiente infame y destroza gargantas llamado ‘Cien Fuegos’. La situación era drámática. Las canciones de ‘Arena Hash’ ponían una gota de diversión y escape en ese mar de desilusión.

De su segundo disco ‘Ah, Ah, Ah’ (1991) los muchachos inmortalizarían el emblemático himno juvenil ‘Y es que sucede así’. También ‘El rey del ah, ah, ah’ o la balada ‘Cómo te va, mi amor’. Y se disolvieron. Pedro irrumpió como un gran solista. Logró cimentar una carrera respetable, con un repertorio con el cual podía tocar fácilmente más de dos horas de concierto, interpretando solo éxitos de su carrera en solitario: del primer disco ‘(No existen) Técnicas para olvidar’ (1993): ‘Me elevé’, ‘Cuéntame’, ‘Si escuchas un ángel’, ‘Los globos del cielo’, ‘(No existen) Técnicas para olvidar’.

Del ‘Póntelo en la lengua’ (1996): ‘Mi auto era una rana’, ‘Me estoy enamorando’, ‘Pasar en bicicleta’, ‘Sé que todo ha acabado ya’. Del CD ‘Degeneración actual’ (1999): ‘Alguien que bese como tú’, ‘Un vino o una cerveza’, ‘Degeneración actual’ o ‘Tren sexual’.

Del ‘Play’ (2004): ‘Cuando pienses en volver’, ‘Bailar’. Hoy, Pedro escribe en sus redes y recibe el cariño de sus miles de seguidores. Y me sorprendió la sinceridad y hasta honestidad brutal, parafraseando al ‘Salmón’ Calamaro, que imprime en los comentarios que hace sobre distintos temas como en el caso del ‘maleteo’: ‘¡¡Qué vergüenza me da la envidia de mi país, el mejor lugar del mundo para hacer leña del árbol caído!!’. Un grande, Pedro. Un valiente, pese a las adversidades de su enfermedad. Que vengan más canciones. Apago el televisor.

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