Este Búho no podía faltar al concierto por los 50 años de trayectoria artística del gran Miki González en el Parque de la Exposición. La sorpresa fue la presencia como telonera de Fátima Foronda, la novia del músico, quien con su grupo y sus invitados fue la otra cara de la medalla presentando el hermoso folklore andino, dejando todo servido en el banquete para el plato de fondo.
Desde la pantalla gigante veíamos a Miki siguiendo todo el show de Foronda. Ni bien terminó, se paró, apagó la cámara y la pantalla gigante presentó los legendarios videoclips que inundaron los programas musicales en los años ochenta y principios de los noventa. El público rugía. Era un respetable público de distintas generaciones, los primeros fanáticos ahora ya cincuentones y sesentones, con sus hijos adolescentes y los jóvenes que lo conocen por las plataformas digitales.
Por eso sorprendió que, sin tener su música en las radios como los reguetoneros, el público abarrotó las 4500 butacas del recinto. Y mucha gente se quedó afuera sin poder ingresar. El músico de 70 años ingresó al túnel del tiempo.
Inició su concierto tocando su primer single radial: ‘Dímelo, dímelo’, un jingle exitoso de la placa donde su cajonero Filomeno Ballumbrosio sostenía un alucinante duelo con la máquina de ritmos más emblemática del maestro.
Detrás del sintonizado ‘Dímelo’, se escondían joyas como ‘Puedes ser tú’, donde González, en momentos en que nadie decía nada, cantaba: ‘La Marina está en Ayacucho, en la selva control militar, en la plaza San Martín, en Lima, un rochabús mojando’. Fue la segunda canción del repertorio, que incluiría 24 temas.
Generoso y dadivoso. No parecía un hombre que había batallado dos veces en unas terribles operaciones debido al cáncer de colon. También presentó a su fiel y talentoso bajista Eduardo Freyre con otro tema político del primer LP cantado por el cachetón bajista: ‘Peligro, hay orden de disparar’.
Viéndolo en retrospectiva, esa placa de 1986, que contó con el apoyo de Andrés Calamaro, Daniel Melingo y el mismísimo Charly García, fue un ícono que desnudó al artista en su esencia. En la segunda, ‘Tantas veces’, hizo un seguimiento perfecto a una nueva música: el post punk, mezclado con ritmos afros y ska, como en ‘Lola’.
Inclusive cambió de look, pero ¡oh, sorpresa!, recluta a lo más destacado del rock subterráneo, los mejores ‘Wicho’ García —a quien homenajeó en varias partes del concierto— y ‘Pelo’ Madueño. De esa placa salen ‘Lola’, ‘Vamos a Tocache’, pero sobre todo una tierna ‘Ponte tu vestido’.
Fue un set list pródigo, representativo y por consiguiente largo: Dímelo, dímelo / Puedes ser tú / Peligro / Vamos a Tocache / Tantas veces / Ponte tu vestido / Un poquito de cariño / A La Molina / Lola / Cortando caña / Liberaron a Mandela / Ella me dejó / A Min Lof / A gozar sabroso / El mar / Hoja verde / Sombra de huarango (Song by Fátima Foronda and performed with her) / La pequeña / Danza Congos / Encore: Chicles, cigarrillos, caramelos y Akundún.
Los miles de asistentes recordaron tiempos pasados. Vi hasta lágrimas en los ojos de muchos. En el Parque de la Exposición revivimos sus temas, los que nos transportaron a los años maravillosos. Tantas veces ver y escuchar a Miki y nunca nos decepciona. Ahora y por siempre. Apago el televisor.
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