Este Búho está indignado y maldice a las organizaciones criminales que han declarado la guerra a la tranquilidad pública, como lo demuestra el brutal ajuste de cuentas en pleno Mall Plaza, en Trujillo, a pocas horas de la Navidad.
A los miserables delincuentes no les importó que hubiera niños, que el patio de comidas estuviera repleto, para desatar la lluvia de balas. Lo peor es que, según la Policía, la víctima era César Chávez Loyola, presunto integrante de la peligrosa banda delincuencial norteña ‘Los Pulpos’, hermano del también asesinado Ronald Chávez Loyola, ‘Virolo’.
La Policía sostiene que, a pesar de estar en estado de emergencia, en Trujillo el crimen organizado está actuando con total impunidad y ferocidad, por lo que una banda emergente, ‘La Jauría’, le disputa a sangre y fuego ‘el mercado’ de las extorsiones a empresarios, transportistas, confeccionistas de calzado y comerciantes en La Esperanza, El Porvenir y el centro de la ciudad.
Los ‘sabuesos de homicidios’ están tras los pasos del sicario, un fornido sujeto de polera verde que mostraron las cámaras de seguridad. Este asesinato tiene todas las características de un crimen al estilo de la mafia.
Recuerdo que en la película ‘El Padrino’, a don Vito Corleone lo acribillaron en la mañana del 24 de diciembre cuando compraba fruta. Los criminales saben que sus víctimas relajan su seguridad en fiestas. Ese error lo cometió Chávez Loyola, que sabiendo que los miembros de ‘La Jauría’ querían asesinarlo, asistió a un concurrido centro comercial creyendo que allí nadie podría atentar contra su vida. Pero un despiadado sicario lo ultimó de ocho balazos y de paso hirió a su seguridad y a una venezolana allegada a la víctima.
Las palabras de la presidenta Dina Boluarte
Este columnista recuerda las palabras de la presidenta Dina Boluarte. ‘El Perú está en calma y paz’. ¡Por favor! La seguridad del país y los ciudadanos no puede quedar al mando de la supina ignorancia de una presidenta y un premier ‘mecedor’ que nos tuvo meses con el ‘tango’ de ‘su plan’, que en la calle se había bautizado como ‘el plan huevearte’.
La delincuencia en Lima, La Libertad, Piura y otras provincias preocupa. La banda ‘Los Pulpos’ secuestró a un prestamista a quien torturaron y cruelmente le cercenaron tres dedos de las manos y lo dejaron libre después de pagar un rescate. No se capturó a ningún secuestrador. Está en guerra con ‘La Jauría’.
En Pataz nueve trabajadores de seguridad de la mina La Poderosa fueron asesinados por ‘Los Parqueros’, sicarios llegados de Trujillo para ‘chalequear’ a mineros informales que se han transformado en extorsionadores de mineros formales e informales.
A los días el mismísimo ministro del Interior, Víctor Torres, anunció con bombos y platillos que habían capturado a siete miembros del comando asesino. Pero después la fiscalía y la Policía de la zona lo desmintieron, pues ninguno de los detenidos había participado en la masacre.
En Lima, hasta ahora no se captura a los secuestradores de una niña de 12 años, Valeria, un caso que puso en vilo a toda la ciudadanía. La Policía Nacional no se da abasto para combatir este flagelo, y a pesar de sus carencias se anota puntos en su lucha contra el crimen. Pero ¿qué hacen si no hay un plan bien trabajado y estudiado para combatirlo desde las altas esferas del poder?
La presidenta y el premier, en las nubes
La presidenta y el premier están en las nubes participando en conspiraciones contra fiscales para salvar su pellejo en investigaciones en su contra. No están concentrados para enfrentar este flagelo que lo sufren millones de peruanos.
Ya no se está seguro ni en centros comerciales, terminales terrestres o en cualquier calle de Lima. Y con un ministro del Interior que se disfraza de ‘ranger’, mismo Chuck Norris, para hacer papelones ante la prensa. El país les exige que presenten un plan efectivo y realista para enfrentar el tsunami de la delincuencia común que aterroriza a todos los peruanos. Apago el televisor.
