Este Búho escucha a Alejandro Toledo ante el juez, casi balbuceando, pedir que lo lleven a una clínica porque está muy enfermo y la verdad es que da vergüenza ajena. Este señor fue presidente de la República y ha caído a lo más bajo. Está en prisión por graves delitos de corrupción y uno se pone a pensar a lo que puede llegar un ser humano por su ambición al dinero.
‘El Cholo de Cabana’, quien presidió el Perú entre 2001 y 2006, tiene una larga historia por sus escandalosas borracheras antes, durante y después de haber pasado por Palacio de Gobierno. Su prontuario lo define como un adicto al alcohol, a la cocaína y a las meretrices. Ese tipo de presidentes hemos tenido.
El mismo que le cobró 30 millones de dólares a Odebrecht de coima por la innecesaria autopista Interoceánica Sur que le costó al país 4 mil 500 millones de dólares. Sí, el mismo que cuando el gerente brasileño se demoraba en los pagos de la cutra, lo llamó y le gritó: ¡Oye, Barata, paga carajo!
Siendo presidente protagonizó un escándalo con su ‘affaire’ con ‘Lady B’, una curvilínea agente de la Policía Nacional que prestaba seguridad en Palacio de Gobierno. En una ocasión su examigo, ministro y actual alcalde de Surco, Carlos Bruce, en ‘El valor de la verdad’, confirmó la veracidad de los rumores.
“Fuimos a un viaje con la comitiva presidencial. Estaba por salir de la habitación del hotel y entra una llamada del presidente: ‘Carlos, quiero que vengas a mi suite’. Subo, toco la puerta y abre el de seguridad. ‘Eliane —dice Toledo—, me voy con Carlos a una reunión’; subimos al ascensor, él estaba en el piso 21 y paró en el piso 16 y me dijo: ‘Hablamos más tarde’ y salió. Cuando bajo al lobby, me informaron que en el piso 16 se alojaba la escolta Lady B”, contó ‘Techito’.
Esa noche a Bruce le preguntaron: ‘¿Es verdad que en más de una oportunidad llevaron a Toledo cargado a su habitación porque estaba borracho?’. Bruce contestó: ‘Verdad’. Y añadió que el ‘Cholo’ nunca iba a los Consejos de Ministros, que eran a las ocho de la mañana, porque estaba zampado y era PPK quien lo reemplazaba.
Pero su peor roche lo protagonizó cuando era opositor del gobierno de Alberto Fujimori. Eliane Karp denunció ante la Policía que su esposo había sido ‘secuestrado’ por los esbirros de Vladimiro Montesinos. Las investigaciones terminaron sepultándolo. No hubo ningún secuestro.
El ‘Cholo’ se había perdido con meretrices en el hotel Melody y, ebrio e intoxicado, mandó comprar a las féminas perfumes carísimos, lencería fina y licor de la Farmacia Deza, y pagó con la tarjeta de crédito de Eliane por más de veinte mil soles.
El muchacho que le llevó el ‘delivery’ al hotel dio su manifestación y declaró que el ‘Cholo’ estaba eufórico. Los exámenes toxicológicos arrojaron una terrible verdad: en su sangre había restos de alcohol y cocaína.
Uno de sus últimos desenfrenos fue en mayo del 2006. A dos meses de culminar su mandato viajó a la cumbre de mandatarios de América Latina, el Caribe y la Unión Europea en Viena, Austria, y de allí a Madrid a reunirse con el presidente Rodríguez Zapatero y una cena con los reyes de España.
Pero el ‘Cholo’ decidió irse en el avión presidencial e ‘invitó’ a ¡40 personas! Entre amigos diplomáticos, periodistas y políticos. Desde esa fecha la aeronave se llamaría ‘avión parrandero’. Para empezar, en vez de dirigirse a Europa, tomó rumbo a Estados Unidos, donde Alejandro hizo una misteriosa escala. Al principio solo se escuchaba música en la zona VIP donde se encontraban el presidente, Óscar Maúrtua, su canciller, y otras personalidades. Pero luego la juerga se extendió a todo el avión. Después de la cumbre de Viena, la aeronave, en vez de ir a Madrid, por orden del ‘Cholo’ hizo una escala en Málaga, en la bulliciosa Marbella.
Allí el presidente ordenó que lo lleven a una discoteca, a donde llegaron la mayoría de los pasajeros. Según un periodista, el mandatario anunció que él asumiría todos los gastos, así que el dueño del local expendió tragos y cenas a todos los peruanos. Al rayar el día, Toledo, ‘entre Pisco y Nasca’, ordenó la retirada.
Cuando el propietario le extendió la factura, el presidente argumentó que no tenía plata. Vergonzosamente, la seguridad malagueña impidió la salida de todos, incluido el mandatario, que mandó al edecán a que traiga dinero del ‘avión parrandero’ para pagar la cuenta. Así es Toledo. Legendario ‘rey del perro muerto’. Ahora se hace el enfermito ante el juez y hasta la gringa Eliane lo abandonó. Siempre es bueno recordar la historia. La memoria es muy frágil en este país. Apago el televisor.
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