En la historia política de América Latina hay personajes muy cercanos al poder, generalmente siniestros asesores presidenciales que por sus ambiciones pueden llevar al descalabro al político al que sirven. Un caso: el ‘Doc’ Vladimiro Montesinos. Otro, José López Rega, ‘El Brujo’, asesor (y dicen que amante) de la presidenta argentina María Estela Martínez de Perón.
En esta lista de personajes infames debemos incluir a Vladimir Cerrón. Contra lo que dijo Pedro Castillo, que ‘no iba a estar ni de portero en su gobierno’, es el que maneja no solo Perú Libre, sino también al profesor. Las imágenes de la noche del martes, cuando lo captaron encubierto, con una gorra de ‘piraña’ e ingresando clandestinamente, corriendo como un ‘robacelulares’ para encontrarse con Castillo, lo pinta de cuerpo entero. Da vergüenza ajena. ¿Tipos como ese van a manejar los destinos de nuestro Perú? ¿Por qué se esconde?
Cerrón no es cualquier hijo de vecino. Es el presidente del partido que llevó a Castillo al nivel donde está. El que financió su campaña, su ropa y lo recogió cuando al profesor se le habían agotado sus quince minutos de fama como huelguista magisterial. Impedido de postular por sus ‘anticuchos’ judiciales, no solo lo colocó como candidato, también le dio el programa, perdón, ese engendro plagado de restricciones a la libertad económica, de prensa, una mezcla de lo peor del chavismo venezolano con el comunismo cubano.
Al principio Pedro le tenía fidelidad. Cuando sintió que al ganar a Keiko podía tener independencia y comenzó a reunirse con técnicos como Kurt Burneo, Vladimir lo borró de un plumazo a Burneo. Esa fue la clarinada de alerta. Luego, para que el candidato sepa quién manda, se reunió con toda la bancada de Perú Libre y acordaron que ‘como el partido ganó las elecciones, lo que mandaba era el ideario’.
Y para que queden bien claras las cosas, acordaron que ‘no iban a permitir ninguna traición ni desviaciones’ como lo hizo Ollanta con su ‘hoja de ruta’. Y todavía mencionaron la palabra ‘censura’, que en términos parlamentarios se utiliza para tirarse abajo a un gabinete o presidente.
La reunión del martes y las actitudes de Cerrón dicen mucho. Para demostrar quién va a ‘cortar el jamón’ en el próximo gobierno, ha convocado al congreso de Perú Libre. La fecha no es casual. A días de que se inicie el nuevo gobierno, con la intención de unificar su partido, y sobre todo su bancada, sobre ‘las metas irrenunciables del partido’.
Al parecer, sin consultarle, anunció públicamente que asistirá Pedro Castillo, quien sustentará precisamente la ponencia sobre ese punto. El objetivo es claro: colocar al ‘lapicito’ abajo, en la arena de un circo romano. En política nada es casualidad.
El anuncio de Vladimir se dio justo cuando Castillo sostuvo reuniones con personalidades ajenas para armar el futuro gabinete. Este columnista alertó los peligros de votar por un candidato limitado, del que se sabía era una marioneta de un tipo peligroso, vengativo y comunista radical. No me da pena Castillo, me da pena el pueblo peruano, porque peligran la democracia, las libertades. Si Cerrón y sus huestes toman el control del país y mantienen ‘secuestrado’ a Castillo en Palacio, cualquier cosa puede suceder. Hay que estar alertas. Apago el televisor.
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