Este Búho ya no se sorprende de que la Semana Santa, en estos tiempos, no se parezca en nada a la que viví en mi niñez en los años setenta. Ayer fui a comprar a un conocido supermercado y vi un mar humano arrasando con cervezas, vinos, whisky y rones. También panes, chorizos, carne de res, pollo y tamales. Eran familias y jóvenes que se preparaban para salir al sur y disfrutar del feriado largo. ‘Somos playa’, vociferaban. Todo cambia. Y algunas cosas no son ni mejores ni peores, simplemente diferentes. Y como yo veo todo lo que pasa con ojos de periodista, solo estoy atento y miro.
Ingreso al túnel del tiempo. En los años de mi niñez, todos los cines del país solo presentaban películas alusivas a la celebración católica. Las clásicas cintas sobre la vida, pasión y muerte de Jesucristo. Pero el año 1973, increíblemente llegó a la capital un filme controvertido en todo el mundo: ‘Jesucristo Superstar’, que incluso había sido censurado en algunos países de gobiernos ultraconservadores. Sorprendió mucho que la censura del gobierno militar del dictador Juan Velasco Alvarado le haya dado el visto bueno.
Pero después se supo que el ala de la ‘iglesia progresista’, encarnada en monseñor Bambarén, había solicitado al militar que dieran luz verde a la cinta dirigida por Norman Jewison. Esa producción causó tanta expectativa y esta se vio reforzada porque llegó a Lima para promocionarla uno de los protagonistas, el actor Carl Anderson que hizo de Judas ¡y era negro!
Recuerdo que en el programa ómnibus de Panamericana ‘Perú 73′′, el gran Pepe Ludmir entrevistó al actor norteamericano en el set de Canal 5 en la avenida Arequipa. La película se proyectó en cines de estreno. Uno de ellos era el Orrantia de San Isidro, hoy convertido en una iglesia. Recuerdo que llegué hasta ese cine y me sorprendí con la gran cantidad de monjas y curas que habían llegado a ver el filme. Muchos no sabían que era una ópera rock del año 1971, con la música compuesta por el genial Andrew Lloyd Weber y la letra de Tim Rice.
El argumento se centra en los últimos siete días de la vida de Jesús de Nazareth desde su apoteósica llegada a Jerusalén, recibido entre cánticos y el ‘hossana’, mientras los siniestros sacerdotes Caifás y Anás, envidiosos y preocupados por la popularidad del mesías, planean su eliminación.
En 1973 se estrena la versión más famosa, la cinematográfica. Con Ted Neeley como Jesús y la gran cantante australiana de raíz aborigen, Ivonne Elliman, como María Magdalena, y Anderson como Judas. Esa diversidad racial le dio al filme una universalidad que se convirtió en uno de los más taquilleros del año en todo el mundo.
Si bien el argumento se basaba en escritos de la Biblia, los conflictos personales entre Jesús y Judas Iscariote no están en las santas escrituras. En el filme, Judas critica a Jesús porque está desperdiciando la oportunidad de liberar al pueblo de Israel del yugo romano por su afán de creerse Dios. Además, advierte que María Magdalena, la prostituta redimida, no disimula el amor carnal que siente por el maestro y le recrimina a este que se deje seducir por ella.
El personaje central es Judas, quien se ve acorralado porque siente que inexorablemente los acontecimientos y el propio Jesús lo están obligando a hacer algo que repudia: convertirse en traidor y delator.
Jesús es presentado como un humano cualquiera, como cantara Héctor Lavoe. Filmada íntegramente en el desierto de Israel y en las ruinas de lo que fue la antigua Jerusalén, ‘Jesucristo Superstar’ se convirtió en un clásico musical, con canciones bellísmas interpretadas por Ivonne Elliman como ‘No sé cómo amarlo’, ‘Everything’s all right’, ‘Todo ha sido un sueño’ o las religiosas ‘Superstar’, ‘Hossana’, o siniestras como ‘Jesús debe morir’, interpretadas por los maquiavélicos Caifás y Anás.
Este columnista, haciendo sus cálculos, cree que ‘Jesucristo Superstar’ es una de las películas que más veces ha visto en su vida, junto a ‘El padrino’, ‘El irlandés, ‘El silencio de los inocentes’, ‘El resplandor’, entre otras que siempre vuelvo a ver. La veía cada vez que llegaba al mítico cine Mirones, en cable, y luego cuando salió en DVD me compré el original en Miami hace años.
También el disco de la versión inglesa original de 1971, donde el recordado vocalista de Deep Purple, Ian Gillan, hizo de Jesucristo, Ivonne Elliman como María Magdalena y uno de los reyes del glam, Gary Glitter, como Anás.
Otras estrellas del rock también han participado en la clásica obra, como Paul Nicholas y Alice Cooper. En España, en 1975, la protagonizaron Camilo Sesto como Jesús y Angela Carrasco como María Magdalena. En México, el lider de ‘La Ley’, Beto Cuevas, hizo de Jesús, Erick Rubin de Judas y María José, ex Kabah, como la exprostituta enamorada del mesías. Los que no la vieron la pueden bajar de YouTube. Un clásico imperecedero ideal para Semana Santa. Apago el televisor.
TE VA A INTERESAR:
Contenido GEC