Este Búho se pone a reflexionar a pocos días de la Navidad. Escucho a la presidenta Dina Boluarte y da vergüenza, indigna más a la población. Se atreve a hablar de que el ‘Perú está en crecimiento’ y que las encuestadoras le piden plata, mientras malditos extorsionadores atacan a balazos buses llenos de pasajeros. ¡Nunca se ha visto algo así!
Los peruanos estamos viviendo una pesadilla. Desde Pedro Castillo y su sucesora todo se ha envilecido. Salta la pus donde uno pone el dedo. Este gobierno apoya con más de 800 millones de dólares a Petroperú, una empresa quebrada, en lugar de construir más cárceles como Challapalca para enterrar de por vida a sicarios, extorsionadores y violadores de niños.
El país está de cabeza y no tenemos futuro con la terrible criminalidad que nos amenaza y mata cada día. Me pongo en los zapatos de la población, que todos los días hace malabares para subsistir en medio de la crisis económica y encima es víctima de lacras que la asesinan si no paga un maldito cupo.
No hay país que pueda crecer con esta ola delictiva que nos agobia. Hay que imitar cómo se aniquiló a las mafias en otros lugares. Pero la pésima gestión de Dina Boluarte es incapaz de tomar decisiones radicales para proteger a la población.
Por eso la población está rabiosa, harta de estos políticos. Ahora que los miserables delincuentes disparan contra buses llenos de pasajeros, se debería capturarlos y juzgarlos como terroristas. ¿Por qué no lo hacen?
El fujimorismo y el partido de César Acuña son la comparsa de este gobierno. ¿Qué están haciendo para proteger al pueblo? Hay lacras dentro de organizaciones criminales que son irrecuperables para la sociedad. Psicópatas que no tienen cura. Por este tipo de crimen tan salvaje, en algunos lugares de los Estados Unidos serían condenados a la pena de muerte.
No puede ser posible que a sicarios que cometen un asesinato múltiple, con niños como víctimas, se les encarcele en Lurigancho o Sarita Colonia, donde con dinero se consiguen drogas, mujeres, celulares, internet, y pueden reducir su pena ‘siete por uno’ por ‘trabajo’ o ‘estudios’.
En Norteamérica, a los enemigos de la sociedad, a los condenados a cadena perpetua por asesinatos alevosos, terroristas o narcotráfico con muerte, los sepultan en prisiones de máxima seguridad. Como le ocurrió al mafioso ‘capo de capos’ John Gotti, condenado a cadena perpetua, quien murió en la cárcel federal de Chicago; al ‘Chapo’ Joaquín Guzmán, sepultado en la prisión de Florence, Colorado, conocida como el ‘Alcatraz de las Montañas Rocosas’ o ‘Supermax’ (por ser la prisión de máxima seguridad más draconiana). La delincuencia, el sicariato, los secuestros y la extorsión se han desbordado. Y estamos en un desgobierno total. Apago el televisor.
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