Este Búho lee algunas críticas en redes sociales al avance de la telenovela ‘Tu nombre y el mío’, que contará la historia de la tragedia del grupo Néctar, en Argentina. Lo curioso del caso es que solo se ha lanzado el teaser y ya arremeten contra Deyvis Orosco, a quien llaman hasta ‘bueno para nada’ y ‘mal cantante que no tiene nada de su papá’. Las redes son así. Habría que esperar a ver la serie.
Prefiero ingresar al ‘túnel del tiempo’. La muerte de Johnny Orosco, en mayo del 2007, hizo resurgir a la cumbia peruana, que venía siendo vapuleada por el reguetón y el hip hop. Johnny, el ‘Bomboncito de la cumbia’, como le decían cariñosamente, contó que sus inicios fueron de mucho sufrimiento.
Buenos Aires era una ciudad hostil para los peruanos, a quienes calificaban de ‘rateros y vendedores de drogas’. Su primer disco grabado en la tierra de Carlos Gardel los hizo populares, aunque primero arrasaron en Bolivia.
Néctar puso de moda ‘El arbolito’ y conquistó el Perú, donde pocos lo conocían. Ese buen momento llenó los bolsillos de Johnny, quien no tenía reparos en mostrar sus logros materiales. Casa con piscina, salón de juegos y carro último modelo en el populoso Carabayllo eran filmados por los medios de comunicación. En los reportajes, el cantante decía que le daba a su familia la comodidad que nunca tuvo de niño.
Recordaba que trabajó vendiendo periódicos y cantando en los micros para ayudar a su familia porque su padre se había ido a Venezuela. La niñez y juventud de Johnny fueron muy tristes, pero supo salir adelante con su talento. Se hizo solo, desde abajo, y logró sus objetivos y sus metas.
Siempre pedía pollo a la brasa en los restaurantes, porque en su niñez nunca pudo probar ese platillo por falta de dinero. En Argentina y Bolivia fue un ídolo y precursor de los grupos cumbiamberos bonaerenses, cuyos cantantes con cabellera larga y vestidos estrafalarios más parecían intérpretes de rap.
Néctar y Johnny fueron conocidos por el ‘Perú oficial’ recién cuando fallecieron. Fue la madrugada del 13 de mayo del 2007 cuando todo Néctar murió en un accidente ocurrido en la autopista 25 de Mayo, en Buenos Aires (Argentina). Hasta se habló de un posible ‘ajuste de cuentas’ de las llamadas ‘mafias de las bailantas’.
Recuerdo que esa tragedia hizo volar en ventas a Trome. En total fueron trece víctimas fatales. Luego de dos meses, los restos fueron repatriados al Perú, recibieron un homenaje en la Plaza de Acho y sepultados en el cementerio de Huachipa.
Deyvis Orosco, hijo de Johnny, tomó la posta de su padre en Néctar. Aunque muchos lo cuestionan por no tener la voz ni la estampa cumbiambera de su padre. Una vez Deyvis reveló que, cuando se siente confundido, va a la tumba de su progenitor y conversa con él. Lo de Néctar fue tan grande que hasta ahora, en las fiestas más fashion, se escucha ‘Aquel arbolito/ donde está escrito/ tu nombre y el mío…’. Apago el televisor.
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