Este Búho estuvo desde temprano observando la llegada del desde Estados Unidos. Su último embuste fue el video grabado en California, donde decía ‘que se ponía en manos de la justicia peruana y que, por favor, no lo maten’. Increíble. El ‘Cholo’ fugó del país en el 2017, horas antes de que se hiciera pública la orden de su prisión preventiva, y se mantuvo prófugo seis años. Nunca se iba a entregar.

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El gobierno estadounidense aprobó el pedido de extradicción y lo botó de una patada en el trasero cansado de sus triquiñuelas y leguleyadas en juzgados de distintos estados para evadir la extradición. Ahora quiere cambiar la historia. Se presenta como un ‘perseguido político’ y no como el político corrupto que es.

La Fiscalía detectó la ‘ruta del dinero’ de los 31 millones de dólares de coima por la Interoceánica, que Jorge Barata asegura le entregó por intermedio de su amigazo, el empresario israelí Joseph Maiman, y los 4 millones de Camargo Correa. Parte de esta ‘cutra’ fue depositada en una ‘off shore’ de Costa Rica, Ecoteva.

Traslado de Alejandro Toledo

Maiman se la abrió a la suegra de Toledo, una anciana que no hablaba español ni conocía Lima. Ella ‘compró’ una millonaria residencia en Casuarinas, dos lujosas oficinas, cocheras y pagó hasta la hipoteca de la casa del ‘Cholo’ en Punta Sal. Toledo, en otra de sus estratosféricas mentiras, dijo que esa fortuna era de su suegra viuda, fruto de la indemización del gobierno alemán por el holocausto nazi. Pero los germanos informaron que la señora Eva Fernenbug recibió solo 10 mil dólares. La viejita fue usada como ‘testaferra’. Qué vergüenza.

Estos dos casos son demoledores, pero el ‘Cholo’ quiere culpar a un muerto, Maiman. Para su desgracia, el mandamás de Odebrecht no olvida cuando el de Cabana lo cuadró al demorarse en uno de los pagos: ‘¡Oye, Barata, paga carajo!’. Era corrupto y angurriento.

El Búho y Alejandro Toledo en 1994

Este columnista recuerda que fue el primer periodista en llegar a Cabana en 1994 con el fotógrafo Piero Vargas. Fuimos a rastrear los orígenes humildes de un economista que salía como opositor de y aseguraba que estudió en Harvard y nació en la sierra de Chimbote. El ‘Cholo’ Toledo había nacido en Ferrer, un pueblito a media hora en burro de Cabana. Fuimos a su rancho, que ya estaba casi en ruinas. También visitamos la escuelita donde recibió sus primeras enseñanzas. Pero una antigua docente nos reveló: ‘Alejandro siempre estudió en Chimbote’.

En aquel viaje no llegamos a entrevistar a Toledo, que solo regresaría a Cabana para las elecciones del 2001. Solo estaba uno de sus hermanos en su casa, Pedro, el que ayer salió por televisión a las afueras del aeropuerto proclamando la inocencia de su hermanito recién llegado. En ese tiempo el hermano del ‘Cholo’ vivía en Cabana, no tenía televisor y seguía la campaña electoral de su pariente en un tremendo radio a tubos.

El destino me llevaría a encontrármelo nuevamente, en el 2002, cuando el ‘Cholo’ ya era presidente, en una recepción en la Embajada de Estados Unidos. El fotógrafo Piero, que trabajaba en otro medio, me pasó la voz con cara de asombrado: ‘Búho, ¿adivina quién me acaba de pasar la voz? El hermano de Toledo, el de Cabana. Llegó en una tremenda 4x4 y rodeado de guardaespaldas. Me saludó sonriente, pero a los reporteros les mandó a sus matones porque le estaban haciendo preguntas incómodas sobre los reclamos de Zaraí’.

En ese tiempo ya otros familiares estaban implicados en negocios turbios como su hermano Luis, en tráfico de terrenos en Lurín. Hoy Toledo ya está en manos de la justicia. No me sorprende que, como por arte de magia, haya aparecido una ‘portátil’ pagada de la ‘Chakana’ para defender al exprófugo, junto a inefables socias políticas del capturado como Doris Sánchez, excongresista, ministra y asidua pasajera del ‘avión parrandero’.

Estos coinciden con los que defienden al golpista , argumentando que ‘le dieron el golpe por ser campesino, serrano’. Aquí debe primar la justicia ciega. No importa si se es cholo, chino, negro, blanco, mestizo. La justicia le debe caer a todos por igual. Ya sean de derecha, izquierda o centro.

Hay opinólogos de izquierda que quieren ver muerto en la cárcel a Fujimori, pero se ‘hacían los locos’ ante los pedidos de extradición para Toledo. Hasta llegaron a decir ‘nooo, esos delitos ya prescribieron’. Estos se manejan un ‘doble rasero’ gigante, pues no dicen nada del dinero recibido por Ollanta Humala, confirmado por el propio Barata. Claro, como ‘Cosito’ les dio ministerios y asesorías.

Tampoco podemos olvidar que a Susana Villarán, quien se declaró culpable de recibir millonarias coimas de las corruptoras brasileñas, se le abrieron las rejas de la cárcel. Ya pasó el Covid y sigue feliz frente a la playa.

En resumen, hay tres expresidentes electos democráticamente en la carcel, condenados o investigados por corrupción. Otro con arresto domiciliario (PPK) y el ‘Largarto’ Vizcarra y Ollanta investigados en libertad. Pero no olvidemos a, investigado por recibir dineros de Odebrecht en ‘loncheras’, según su propio secretario privado Luis Nava. El líder aprista optó por otro camino para evadirse de la investigación de la justicia. Apago el televisor.

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