Este Búho vivió, como todos los peruanos, días intensos. Horas pletóricas con la fastuosa inauguración de estos inolvidables Juegos Panamericanos y luego con las medallas conseguidas por nuestros deportistas, pulverizando un récord histórico. Todo el país vibró e infló su pecho de orgullo.
Pero como siempre, no podía ser verdad tanta belleza y desde Brasil, nuevas delaciones de la corruptora Odebrecht nos despertaron del sueño y nos enrostraron que los ‘Panamericanos de la corrupción’ continúan y no culminaban ayer, como el magno evento donde campeonó el ‘fair play’, y más bien en el ‘trucho’ solo se ven sobornos, adendas de verdaderos ‘campeones de la corrupción’, más rápidos que el ecuatoriano Quiñones para chapar millones de las constructoras brasileñas y con más resistencia que Gladys Tejeda para seguir diciendo durante años que ‘son inocentes’. Este Búho abre sus ojazos y, contagiado con el espíritu panamericano, también ha elaborado su medallero de esta increíble semana política.
MEDALLAS DE ORO:
1) Para los medallistas peruanos: Y todavía de 24 quilates, porque pusieron en alto el nombre del Perú en deportes donde el Estado no les da ni un sol para solventar sus pasajes y alimentación; mientras por otro lado, por culpa de malas autoridades, se perdían millones de dólares en pagar sobrecostos, adendas a las corruptoras o castigos económicos por ‘árbitros’ que fallaban contra el país por astronómicas cutras. Nuestros deportistas pusieron el alma y vencieron a deportistas provenientes de potencias donde el deporte tiene más apoyo.
2) Para el Comité Organizador, encabezado por Carlos Neuhaus, quien demostró que con capacidad y gran desarrollo gerencial se pueden realizar los más grandes desafíos. Hasta el presidente chileno Sebastián Piñera llegó a Lima y se quedó sorprendido por la organización, escenario y fervor de la gente: ‘Le dejan la valla muy alta a Santiago’, reconoció.
3) Los voluntarios: Mis respetos para ese pelotón de muchachos universitarios que por amor a la ciudad se comprometieron desinteresadamente con la organización. Tenemos un ejército de estudiantes con capacidad de liderazgo que no debemos desaprovechar.
MEDALLA DE COBRE: Esa que nadie quiere, para el presidente Martín Vizcarra. Los audios donde se le escucha prometer al líder de los violentos antiproyecto Tía María, el presidente regional Elmer ‘Dinamita’ Cáceres, y otros cabecillas de las revueltas que tenía que ‘prepararse’ para no tirarse abajo ‘de la noche a la mañana’ el ambicioso proyecto, resultan una cachetada para quienes creían que el Gobierno apostaba por la inversión minera a gran escala y con respeto por el medio ambiente. Este Búho, cuando el mandatario anunció que iba a dar ‘una semana’ para que los violentistas expusieran sus objeciones, y estos, al día siguiente, atacaron con dinamita a la policía, supo que estaban envalentonados por la casi anuencia de un Vizcarra timorato y horrorizado con perder su capital político en su región si se jugaba con todo por el proyecto. El adelanto de elecciones, lo escribí, se debe en gran medida a que no quería tomar esa ‘papa caliente’ en su gobierno. Su medalla es la que reciben los que abandonan la carrera por temor y no porque están lesionados.
MEDALLA DE JUGUETE: Para el premier Salvador del Solar, porque no es posible que mientras llamaba al diálogo y pedía que respeten los acuerdos del Ministerio de Energía y Minas, su presidente ‘negociaba’ lo contrario con los revoltosos y ‘toma carreteras’.
MEDALLA DE LATA:
1) Para Keiko Fujimori. La fujimorista está investigada y su prisión preventiva la fundamentan los fiscales porque estaba obstruyendo a la justicia en sus conciliábulos con ‘el cerebro’ Hinostroza como ‘la señora K’, según testificó un testigo clave, ‘Toñito’ Camayo. Estaba en su derecho de solicitar la casación pero ya sin ayuda del ‘Hermanito’, llega a la Corte Suprema. Dos jueces desechan el recurso y tres piden que se quede en la cárcel, pero 18 meses.
2) Al expremier César Villanueva, el congresista se hizo acreedor de una medalla al tirarse un rochoso clavado desde el trampolín de la Región San Martín a la piscina llena de tiburones de Odebrecht, para ‘chapar’ 60 mil verdes. Al final, los escualos lo expectoraron de sus fauces lanzando su nombre a los fiscales Lava Jato. ¡Qué vergüenza! Apago el televisor.