Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una tortilla de raya con su arrocito graneado, sarsa criolla y ajicito molido. Para tomar pidió una jarra de jugo de papaya. “María, sigo indignado por la cobarde agresión que sufrió un humilde conserje de un edificio de Miraflores a manos de un deportista de lucha libre con varias denuncias por agresión, alteración del orden público e infracciones de tránsito.
Menos mal el tipo ya ha sido identificado. Se trata de Ricardo Alberto Amiel Pérez Gianoli (28), nieto nada menos que del exregidor de Lima y candidato a la alcaldía de la capital por el PPC, Ricardo Amiel Meza.
Según las imágenes de una cámara de vigilancia, Martín, el joven conserje del condominio, le pidió el pasado 4 de abril a su agresor que moviera su vehículo estacionado delante de una cochera del edificio. Como respuesta recibió insultos y amenazas de Amiel Pérez Gianoli. Luego, el hombre la emprendió con puñetes y patadas contra el trabajador, quien tuvo que huir ante la irascible reacción del deportista.
Enterado de esto, el actor Lucho Cáceres acompañó al agredido a hacer la denuncia en la comisaría. Pérez Gianoli ha desaparecido de su casa en San Isidro y cerró sus cuentas en las redes sociales. Este tipo de agresiones no deben quedar impunes. Tienen que castigarse con todo el rigor posible para sentar precedentes. Ese luchador es un peligro público. Según la prensa, está acusado de agredir a su pareja y a otras personas.
Todos debemos controlarnos ante la frustración. Hay que tener autocontrol y empatía. Por supuesto que la capital nos agrede todos los días con el tránsito, la falta de trabajo, el estrés y la inseguridad. Pero nadie debe ir por allí golpeando a la gente para desfogarse. Ojalá las autoridades impongan un duro castigo para el agresor y lo sometan a terapia, pues no es un tipo que actúe de manera normal.
MÁS INFORMACIÓN:
Contenido GEC