Este Búho observa los resultados del último sondeo de Ipsos a nivel nacional, de julio, donde se les preguntó a los encuestados: Si mañana fueran las elecciones y se presentaran los siguientes candidatos, ¿por quién votaría? Definitivamente, en la cédula de intención de voto había algunas omisiones importantes que pueden llevarnos a una constatación equivocada del verdadero porcentaje de los candidatos. Por ejemplo, ¿hubiese sacado Verónika Mendoza un expectante 5% si también aparecía entre las opciones otro izquierdista como Fernández Chacón o el ‘cura’ Arana? ¿Dónde se fueron los votos de los simpatizantes del ‘rupturista’ Antauro, que tampoco aparece? ¿Adónde se fueron los votos apristas? ¿A Keiko, se supone? Por estas razones, el sondeo lo podemos considerar como ‘una foto del momento’, porque falta mucho pan por rebanar. Ahora agarro mi ‘Espada del Augurio’ de ‘Los Thundercats’, para que me permita ver ‘más allá de lo evidente’ en esta ‘Radiografía electoral’ que tanto reclaman mis lectores.
GEORGE FORSYTH (23%): ‘Ken’ no suelta la punta, aún en los meses más duros de la pandemia. Tuvo habilidad para equilibrar e imponer el orden en el ‘desborde informal’ de su explosivo distrito, apoyando a la policía y a sus serenos, pero al mismo tiempo buscando soluciones de reubicación de los ambulantes, tirándole la pelota al alcalde metropolitano y a burgomaestres vecinos, como el de Santa Anita. Que no se confíe, porque el ‘Mudo’ Castañeda punteó dos años las encuestas y a pocos meses se desinfló y se lo ‘almorzaron’ Humala y Keiko, en el 2011.
SALVADOR DEL SOLAR (14%): Los zarandeos que le dio el Congreso al expremier Vicente Zeballos hicieron que la ciudadanía extrañe la actitud firme de ‘Pantaleón’ contra ese destructivo Parlamento de mayoría fujiaprista. En junio tenía 11 puntos y subió tres, pese a estar ‘por la sombrita’. Depende de cómo le vaya al Gobierno en este su crucial último año para vislumbrar si sube o baja en los sondeos, porque nadie le quita la figura de que es ‘el tapadito’ de Vizcarra.
DANIEL URRESTI (9%): La actuación tan lamentable y vergonzosa de la mayoría del Congreso con blindajes a la corrupción y leyes populistas y demagógicas le pasó la factura, porque es uno de los promotores de muchas de ellas. Bajó tres puntos y su rival, el otro milico, el preso, se frota las manos porque quiere ser el único en poner ‘mano dura’ desde una hipotética y temible presidencia.
KEIKO FUJIMORI (6%): La lideresa naranja, ya recuperada de los estragos de la carcelería, vuelve a tomar las riendas de su partido. Subió dos puntitos, pero parece resignada a no llegar nunca a la presidencia, aunque quiere asegurarse de tener una bancada lo suficientemente representativa para que haga contrapeso político y le entreguen sus ‘diezmos’ mensuales.
VERÓNIKA MENDOZA (5%): La izquierdista subió dos puntitos cuando todavía no se sabía que los principales colaboradores de Susana Villarán habrían recibido dinero de Odebrecht, según confesión de José Luis Castro. Muy a su pesar, no será la única candidata de izquierda, como en este sondeo, y eso le restará posibilidades de un crecimiento tan sorprendente como en el 2016, donde casi ingresa a la segunda vuelta.
ALFREDO BARNECHEA (4%): A diferencia de los otros candidatos, ‘Chicharrón’ no tiene asegurada su postulación, porque es resistido por buena parte de Acción Popular, donde emergen candidatos como el gobernador de Cajamarca, Mesías Guevara, el fogoso Yonhy Lescano o el mismo Raúl ‘Pollo’ Diez Canseco. Subió solo un puntito pese a que en mayo empataba a tres con el alcalde limeño, su correligionario Jorge Muñoz, quien ya no postulará y quedó rezagado.
JULIO GUZMÁN (3%): En medio de los furibundos golpes entre el Ejecutivo y el Congreso, los ‘suavecitos’ quedan descolocados. En tiempos de esta terrible pandemia y sufrimiento del pueblo peruano, se imponían mensajes políticos claros y también de aliento de sus líderes. Algo que no hizo Guzmán, quien más bien dio ‘pasitos para atrás’, como Michael Jackson, y por eso se mantiene rezagado.
CÉSAR ACUÑA (2%): Otro que en ‘tiempos recios’ estaba ‘por la sombrita’. Sin embargo, sus alfiles en el Congreso, como Chehade y Omonte, estaban haciéndole ‘encarguitos’ para pasar por agua tibia leyes que permitían a sentenciados postular en las elecciones, casos que salpicaban directamente a ‘plata como cancha’ y a su familia. La pandemia lo afecta frontalmente porque es ‘población vulnerable’ y su partido depende de sus viajes, sus inagotables fondos y la movilización de gente en provincias, donde tiene universidades que hoy están paralizadas. Apago el televisor.