Este Búho no se sorprende de que el presidente Francisco Sagasti y su Consejo de Ministros continúen viviendo en una burbuja.
“La cuarentena se extiende hasta el 28 de febrero”, anunció la premier Violeta Bermúdez, porque el mandatario no dio la cara. ¿Con qué cara podía anunciar una nueva cuarentena si no han cumplido con la promesa del gobierno de entregar ‘bonos’ para impedir que las poblaciones vulnerables se mueran de hambre? Ya van quince días y hasta ahora no ha llegado ese esperado billete que prometió Sagasti, justamente para que los pobres acaten su dura estrategia. Este columnista se pregunta: ¿Dónde estaba la ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Silvana Vargas? Debió salir para dar un mensaje a las centenares de madres de familia de los comedores populares, las que preparan ollas comunes y hacen malabares para cocinar a leña, mendigando verduras, menudencias y pellejos de chancho en los mercados. La verdad es que la cuarentena ‘trucha’ ha fracasado estrepitosamente y el gobierno demuestra que es inepto e insensible.
Ayer, la primera ministra decía que ‘había que salir una hora a tomar aire’. Y ver por la ventana, para saber si hay gente en la calle y así no arriesgarse. Me imagino que doña Violeta se imagina que los más de treinta millones de peruanos viven en un chalé con ventanales y con vista a la calle o a un parque. Increíble la falta de empatía.
Doña Violeta puede ser bien intencionada, pero no les puede hablar así a los millones de peruanos, devastados por el maldito virus porque los servicios colapsaron y el gobierno prefirió enfrentar a los generales de la policía en una absurda reforma policial, dejando en segundo plano lo más importante, las prevenciones para la ‘segunda ola’, que ya había azotado a Europa desde octubre del año pasado.
El ministro del Interior era la ‘estrella’ para el iniciado gobierno provisional cuando debió ser la ministra de Salud. ¿El resultado? El que hoy ¡no tengamos oxígeno! Miles mueren diariamente a nivel nacional. ¿Y cuál es la salida del gobierno? Echarle la culpa a los privados, como las mineras, que ya bastante han donado al país, diez plantas de oxígeno en las zonas de su actividad. Que no vengan a ‘echarse grasa’ y ocultar su ineptitud.
Es inconcebible que el gobierno viera cómo en su cara, en Lima y Callao, hay un doloroso desabastecimiento. ¿Qué pueden pensar los miles de familiares de enfermos que necesitan oxígeno para sobrevivir, que el gobierno prefiere solo poner en agenda el tema de las vacunas y poner debajo de la alfombra y olvidar la desgracia de miles de compatriotas?
Estoy en desacuerdo con la visión de los que ahora reducen los problemas del país con la llegada de la vacuna.
Ya vimos lo caótico que significó inocular las vacunas al personal de salud del Rebagliati. Recibieron un trato humillante, haciendo kilométricas colas desde la madrugada. Si así se trata a los ‘héroes que están en la primera fila en el combate contra la enfermedad’, ¿cómo tratarán a los humildes y sencillos ciudadanos?
La población ya no cree los ofrecimientos del gobierno, que anuncia un ‘bono para el 17 de febrero’. Que no se queje si en las calles miles de peruanos ignoran esta cuarentena ‘trucha’, de funcionarios que viven en una burbuja, y no se ponen en el pellejo de millones de compatriotas que no reciben nada.
Este Búho es totalmente consciente de que enfrentamos a un virus aún más traicionero y mortal. Es responsabilidad del gobierno y los propios ciudadanos cuidarnos, pero también debemos darles a los más necesitados del país salidas ante la terrible crisis económica que generan cuarentenas de este tipo, que lamentablemente el gobierno no las está brindando.
Apago el televisor.