Este Búho se levantará hoy tempranito, tomará su leche con Milo y comerá su pan francés calientito con mantequilla que me trajeron especialmente de Junín. No es por casualidad. Es como una cábala y un homenaje a Gladys Tejeda, nuestra única carta de triunfo en la prueba de la maratón, que empezará en el parque Kennedy de Miraflores, y allí estaré.
Porque así hubiéramos tenido a otras atletas peruanas en la prueba, para este columnista, es nuestra fondista nacida en las orillas de la gélida y hermosa laguna de Junín, la que tiene los pergaminos suficientes para ganar la presea dorada.
Gladys Tejeda no solo venció holgadamente a la brasileña Da Silva (oro en los Panamericanos de Guadalajara) en los Juegos de Toronto, sino que una descalificación por usar un medicamento diurético la privó de la ansiada medalla de oro. Pero como en el fútbol y en la vida, la maratón también te da revanchas, y hoy puede tenerla y todavía con el aliento de todos nosotros, por las avenidas de nuestra ciudad. Cumplida su sanción, Gladys Tejeda, bajo la conducción de su entrenador mexicano Rodolfo ‘Chavo’ Gómez, comenzó a hacerse de un nombre y un prestigio, compitiendo con las atletas de élite, ya no de América, sino del mundo.
Por eso ganó dos veces la legendaria Maratón de México, la última en el 2017. En una electrizante y desgarradora carrera, nuestra pequeña gigante se impuso y destronó a las reinas de las pruebas de fondo mundial: las africanas.
Apunten: humilló a la estrella de un país potencia, la etíope Ashete Bekere y relegó al tercer y cuarto lugar a ‘las panteras’ kenianas: Scola Jepkemoi y Pauline Wangui. ¿Quiénes serán hoy las principales rivales de Gladys? Brasil llega con dos ‘bravas’: Valdilene Dos Santos y Andreia Hessel, con buenas marcas conseguidas este año en la Maratón de Nagoya (Japón). Las norteamericanas han evolucionado en pruebas de largo aliento.
En Toronto, la gigante Lindsay Flanagan, que obtuvo la de plata, esta vez deja su lugar a Samanta Roeker (tiene el mejor tiempo de todas las 15 participantes, con 2 horas 30 minutos 25 segundos) y Bethany Sachtleben. Pero nuestra representante tiene la segunda mejor marca con 2 horas 30 minutos 44 segundos y conoce las calles del recorrido, sus subidas y bajadas. Sin embargo, debe estar atenta a dos corredoras latinoamericanas temibles: la mexicana Margarita Hernández, defensora del poderío ‘charro en este tipo de competencias, quien viene de ganar la Maratón de Ciudad Juárez, y la recorridaza ecuatoriana Rosa Chacha.
Si mis lectores se han levantado tempranito, lleven como yo a sus hijos, colóquense con una banderita peruana en cualquier lugar de las calles del recorrido. Saluden a ese pelotón de hombres y mujeres de otra dimensión, porque estarán viendo a los participantes de la competencia más dura, sacrificada y exigente de todas. Son 42 kilómetros de sudor, lágrimas y esperanza. Son más de dos horas electrizantes.
Saluden también a nuestros representantes varones: Cristhian Pacheco y Willy Canchanya. Pero a todos los participantes debemos rendirles pleitesía. Son los herederos del primer maratonista de la historia: Filípides.
Cuentan los libros que durante las guerras médicas, en el año 490 AC, la ciudad de Atenas era sitiada por el poderoso ejército persa a 200 kilómetros de distancia. Los invasores habían anunciado que llegarían a Atenas, la destruirían y violarían a las mujeres y matarían a sus hijos. En Maratón se enfrentaron griegos y persas en una cruenta batalla. Si no llegaba ningún aviso a la ciudad de que habían vencido a los persas, las mujeres de Atenas iban a matar a sus hijos y luego se suicidarían. Pero sucedió el milagro, en la batalla de Maratón vencieron los griegos.
El general vencedor envió al soldado Filípides, extenuado por la lucha, a dar la buena noticia y evitar el suicidio masivo. El soldado recorrió velozmente la distancia y al llegar exclamo ‘vencimos’, para luego caer muerto de tanto esfuerzo. De allí, en homenaje a este héroe, el nombre de la prueba máxima del atletismo. Hoy por nuestras calles también veremos a un grupo mixto de héroes del deporte, gracias a los Juegos Panamericanos Lima 2019.
Apago el televisor.