Del saque somos carnecita... Lo de Paolo Guerrero es el mejor regalo de Navidad para todo el pueblo peruano. Este pechito siempre lo dijo: Guerrero merece jugar el Mundial porque fue el capitán de un equipo que le ha devuelto la ilusión y alegría a todo el país. Además, en el mundo de la pelotita todo se sabe. Se conoce a los bomberos, los que arman encerronas, a los asolapados, los que cobran cupos, los ‘mala leche’, los que venden imagen, los podridos, los que se meten con las mujeres de sus compañeros y no respetan ningún código y los que rascan paredes. El ‘Depredador’ se fue jovencito a Alemania, donde soportar el invierno bajo cero es jodido. Por eso, varios se regresaron de Europa sin pena ni gloria. Además, siempre demostró ser un deportista sano y que se fajó por la Blanquirroja. Ahora solo le queda ponerse a punto para llegar bien al Mundial. A la selección el ‘9’ le da peso, nivel, jerarquía. Y no va a ser...
¿Se acuerdan del ‘Gato volador’? Un zambito que era arquero de los ‘Jotitas’. El sábado pasado bautizó a su hija y el ‘Rei’ y su esposa dijeron presente. Elegantemente vestidos y sin tomar una sola botella de ‘chela’, el delantero bailó solo con la patrona, tomó harta agüita mineral y se arrancó bien cuerdo. Pensar que antes se boleteaba y lo llevaban cargado hasta su casita. Curuju...
Ese mismo día, en Punta Hermosa, se celebraron los 15 años de la hija del profesor Orlando Lavalle, que terminó el año dirigiendo a la San Martín. En medio del tono, se apareció ‘Churrito’. Llegó acompañado de su ‘chaleco’, un zambo grandazo. Iba con un polo claro que estaba bien limpio, un jean algo percudido y unas zapatillas blancas recontracochinas. La firme que todos le tomaron foto a los pies. Qué feo...
Carlitos, el hermano de Pablito, siempre pasea solito. Me cuentan que el sábado lo vieron rondando algunos huecos del sur sin compañía. Parece que es de los antiguos, reservado y caleta, como debe ser. No le gusta salir con ‘zapatos rotos’, testigos ni alcahuetes. Si le cae la ‘chilla’, es por culpa suya y de nadie más. Así es... Me voy, soy fuga.